Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Brasa ardiente]

Me arrastraron hacia una de las naves del Gran Maestro, llamada el "Comodoro", por lo que había escuchado era donde practicaba orgías y fiestas enloquecidas, debía escapar pronto de allí y buscar a Thor.

Cuando llegamos observé como insertaban un código en un compartimento de números, pero no pude ver con claridad cuales eran los números, así que me resigné.

Entramos al compartimento de naves y me soltaron de su agarre, lo que aproveché para golpearlos en los rostros y así noquearlos con facilidad; corrí lo más rápido que pude entre los pasillos, tratando de no encontrarme con alguien que me reconociera, mi plan era buscar al rubio pero ni siquiera sabía a dónde se lo habían llevado. Me escondí tras una pared al escuchar a dos personas hablar sobre el nuevo gladiador, es decir, Thor, mencionando que lo habían llevado a la misma habitación con el campeón, un piso más arriba.

Gracias a esa información pude correr hacia la ubicación del rubio, durante el camino varios hombres y mujeres me lanzaron piropos asquerosos, lo que me hacía preguntar si las personas de aquí acaso no tenían algo mejor que hacer que tener relaciones entre ellos.

Llegué a la habitación y encontré a varias chicas rodeando el cuerpo de mi prometido, lo cual me hizo arquear una ceja, ya que estaba inconsciente y colocaban trapos húmedos en su torso desnudo, pero en ese momento Thor soltó un grito de dolor que las sobresaltó y provocó que salieran fuera del lugar.

Se veía confundido, pero también se veía realmente atractivo sin la parte superior de su vestimenta y con ese corte; no sólamente atractivo, sino muy sexy.

Tragué hondo para evitar que algún pensamiento no debido llegara a mi mente, así que me mantuve en la puerta con una sonrisa de medio lado.

—Hola, galán. —murmuré coquetamente.

—¿____? —se giró hacia mí y abrió los ojos de par en par— ¿¡Qué traes puesto!?

Hice una mueca y me miré a mí misma con el atuendo tan revelador.

—Oh, eh... ¿Cortesía del Gran Maestro? —dije irónicamente nerviosa.

Me acerqué a él y tomé su armadura, para que se la colocara, él la tomó y se la colocó.