Elígeme [Thor, Loki y tú]

[El plan]

Loki me dio la oportunidad de ir a Midgard para visitar a Thor, con la única condición de que le diera un mensaje que era una total mentira, pero tenía un plan, que esperaba que no fallara.

Cambié mi atuendo a uno midgardiano y me dirigí al bifröst, trataba de parecer lo más calmada posible y evitar que se notara que en realidad estaba sufriendo con toda esta situación, no podía creer que Loki me hubiera golpeado y estuviese actuando de esa forma.

—Heimdall. —saludé con la más posible tranquilidad que pude fingir.

—¿Irás a verlo?

Asentí, de pronto el gran hombre se acercó y me dio un abrazo, sabía que no podía ocultarle nada a Heimdall.

—Necesito tu ayuda, quiero que le hagas creer a Loki que le dije a Thor todo lo que me pidió.

—Es arriesgado, pero lo haré, pequeña.

—Gracias Heimdall, de verdad.

Le di una cálida sonrisa antes de ser transportada a Midgard, en cuánto aterricé, me encontré en un extraño lugar con aparatos extraños. Debía pasar en cubierta así que con ayuda de mis poderes me hice invisible para poder buscar a Thor tranquilamente, mientras caminaba observé el Mjolnir a lo lejos y a unas cuantas personas tratando de levantarlo, bufé, eso sólo podía hacerlo Thor.

Caminé unos cuantos pasos más, cuando por fin lo encontré, estaba en una clase de celda extraña color blanco, su mirada estaba perdida y al igual que yo vestía ropas midgardianas; sentí mi corazón estrujarse al verlo en esas condiciones, un hombre hablaba con él, pero no decía nada, aproveché el momento en que se fue para entrar y deshacer mi magia.

—Thor...

El chico me miró y su semblante cambió a uno muy feliz.

—____, cuánto me alegra que estés aquí. —sonrió alegremente— Convenciste a padre para llevarme de vuelta, ¿verdad?

—Lamentablemente no, Thor. Pero tienes que escucharme atentamente.

Me observó con el ceño fruncido y suspiré.

—Loki quiere apoderarse de todo Asgard, me ha enviado aquí a mentirte diciendo que padre ha muerto y que Frigga no desea tu regreso.

—¿Qué?

—Tal como lo escuchas, él fue el que envió a los gigantes de hielo a Asgard.

—¿Y qué sucede con mi padre?

—Ha caído en el sueño de Odín, sólo espero que despierte pronto... —suspiré, sentándome frente a él— Thor, por favor razona un poco de todo esto. Loki se ha vuelto arrogante y un loco por el poder, no quiero que eso suceda contigo también, cambia esa impulsividad y esa arrogancia que está creciendo en ti, por favor.

Thor me sonrió ligeramente y me acarició la mejilla.

—Te prometo que cambiaré.

—Bien, de acuerdo. —asentí levemente.