Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Corazón roto]

DÍA 02.

Tal y como un deja vú, cuando ___ Turner despertó lo primero que sintió, fue un creciente dolor de cabeza, náuseas y la boca terriblemente seca, producto de todo el alcohol que había ingerido la noche anterior. No por primera vez, agradeció al universo que las cortinas estuvieran cerradas, para evitar que la luz del día llegara hasta ella.

Al voltear, vio un bulto a su lado y esbozó una sonrisa triste al entrever unos desordenados rizos oscuros entre las sábanas. Se apoyó sobre su codo y cuidadosamente se inclinó sobre el cuerpo con el que había compartido cama; miró con fascinación aquellas facciones definidas que ella conocía muy bien, acompañadas de una cabellera negra y un puchero tierno que, había aprendido, se le formaba únicamente cuando dormía junto a ella.

La situación lerecordaba aquella primera mañana en la que el pánico, la frustración y el horror bailaban en su estómago cuando descubrió que se había acostado con su mejor amigo de toda la vida, Loki Laufeyson.

A comparación de lo que había hecho hace casi ya un mes, esta vez no huyó, sino que alzó la mano con mucho cuidado y acarició el rostro del hombre, delineando con sus dedos el contorno de sus ojos y luego los bellos labios que tantas veces había besado.

—¿Sabes qué? —susurró, aún acariciando el rostro de su amante— Nunca creí que lo que más querría en el mundo, sería tu amor.

Tragó hondo, temblando levemente, sabía que esa mañana era la última al lado del dios del engaño, porque después de ese día, cuando Loki cruzara esa puerta por última vez, el último mes que había pasado se convertiría en tan sólo un recuerdo, de aquella vez en la que se enamoró perdidamente del hombre de cabellera negra y sonrisa encantadora.

Inevitablemente, el dolor terminaría por envolverla.

Negó con la cabeza cuando las primeras lágrimas se asomaron, y sólo por desear ser valiente, evitó que estas cayeran.

No iba a llorar por algo que ella ya sabía que ocurriría, desde el inicio.

No iba a llorar por perder a lo que más amaba.

Simplemente, no lo haría.

Se movió con cuidado de no despertar al hombre, y por su propia salud mental, fingió no notar las lágrimas secas que este mismo tenía en sus mejillas.

Salió de la cama con movimientos delicados, dirigiéndose al baño para darse una ducha rápida, cuando salió, suspiró aliviada de ver a Loki aún dormido; buscó ropa para vestirse, en cuánto lo hizo, salió de la habitación a paso desganado.

Necesitaba salir de allí, necesitaba un poco de café, necesitaba hablar con alguien, que le ayudara a lidiar con el desastre que sobre su cabeza se balanceaba.

Antes de salir de su casa, tomó una pastilla para aliviar el malestar de su resaca, junto con un gran vaso de agua.

En cuanto salió, corrió a toda velocidad sin saber hacia donde se dirigía realmente, simplemente se dejó llevar por su frustración.