Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Razón]

Narración omnisciente.

Tres semanas después del chasquido.

Tony Stark, Nebula y la diosa ____ se encontraban a la deriva de la galaxia, a bordo del Bentanar, la nave que usaron los Guardianes de la Galaxia para llegar al planeta Titán; allí encontraron suministros, aunque muy pocos, y los tres se ayudaron entre sí para mantener a flote la nave por el espacio. En sí, los dos vengadores se hicieron buenos amigos de la Lumofoide, pese a la situación.

En los últimos días, la diosa se había sentido decaída, o incluso más que eso, se sentía rota y acabada; había perdido a Loki, y se había preparado mentalmente para perder a Thor también, estuviera este vivo o no, sabía lo que pasaría.

Al paso del tiempo, las cosas fueron empeorando, hasta el punto de que estaban por quedarse sin oxígeno y se encontraban a la deriva del espacio. Tony encendió su casco a medio destrozar, mientras se sentaba en el suelo y las dos chicas estaban a un par de pasos de él.

—¿Está encendido? —dijo— Señorita Potts, cuando veas esta grabación no la subas a redes sociales, porque es demasiado trágica; no sé si alguna vez la veas, ni siquiera sé si estás, ay; espero que sí... Hoy es el día veintiuno, no, veintidós, si no fuera por el gran terror existencial de mirar literalmente al vacío del espacio, diré que hoy me siento un poco mejor; la infección ya cedió, gracias a la dulce ____ y a la villana azul que están ahí...

La ojiverde alzó la mirada, observando a su amigo hacer la grabación para su esposa, su dolor aumentaba más al ver el deplorable estado físico y emocional en el que se encontraba Stark, estaba delgado y se veía unos años más viejo, literalmente, se estaba gastando poco a poco; ella y Nebula han logrado mantenerse estables, gracias a que sus cuerpos son más resistentes que los de un ser humano normal como Tony, aún así, sabía que tanto ella como la cyborg, estaban sufriendo.

—... Ay, te encantarían, son muy prácticas y una de ellas es sólo un poquito sádica. —murmuró— Las celdas de energía se dañaron en la batalla, descubrimos cómo revertir la carga, así que conseguimos cuarenta y ocho horas más de tiempo de vuelo, pero ahora estamos a la deriva, a mil años luz del planeta más cercano; el oxígeno se acabará mañana temprano y tan tan... Y Pepper, sé que dije que no habría más sorpresas pero admito que esperaba darles una última y ya, pero parece, ya sabes lo que parece. —musitó resignado— No te sientas mal por esto, si quieres llora un par de semanas y luego con gran culpa sigue con tu vida. Tal vez deba descansar un minuto, dormir un poco, pero te aseguro que cuando me quede dormido, será como todas las noches; estoy bien, estoy súper bien, voy a soñar contigo, porque siempre te pienso...

Terminó y apagó el casco, para después recostarse en el suelo y cerrar los ojos, dispuesto a dormir. Cuando las dos chicas vieron que ya estaba dormido, se aproximaron a él y lo levantaron con cuidado, recostándolo en la silla del capitán; la diosa acarició levemente la cabeza del castaño, mientras soltaba un suspiro triste, y hacía su mayor esfuerzo por no llorar.

—Me quedaré con el un rato, si no te molesta... —dijo con la voz rota.

Nebula asintió, y salió de la cabina hacia otro lugar de la nave.

La mujer se sentó a un lado del hombre dormido, mirando hacia algún punto fijo de la cabina, pero sin prestarle mucha atención en realidad; se comenzaba a sentir cansada, al igual que su compañero, y terminó por recostar su cabeza en el hombro de este, tratando de mantener sus ojos abiertos.

—Tenías razón, Stark... —susurró— Cuando me dijiste que si Loki siguiera vivo, cambiaría mi decisión... Tuviste razón, porque en ciertos momentos pensé en dejarlo todo e irme con él, pero, ya no está... —tragó hondo y cerró los ojos con fuerza— Supongo que nosotros también dejaremos de estar, así que podré evitarme el dolor de que Thor me odie, claro, sí es que sigue con vida...

Mantuvo sus ojos cerrados mientras las lágrimas caían lentamente por su bello rostro, pero de pronto, una luz fuerte la comenzó a molestar, por lo cual con los ojos entrecerrados trató de observar de qué se trataba; Tony, a su lado, se había despertado e intentaba hacer lo mismo que ella, hasta que finalmente la luz cedió y dejó ver a una mujer rubia frente a ellos que los dejó asombrados.

...

Un día más tarde.

Steve se encontraba en el baño de la torre de los vengadores, afeitándose mientras su expresión se mantenía seria al hacerlo, pero luego esta cambió a un ceño fruncido al notar un temblor en todo el lugar.

Junto a Natasha, Bruce, Rhodes y Pepper salieron al jardín, observando a una mujer rubia bajando junto a una nave enorme, que finalmente dejó en el suelo y la puerta de esta se abrió; allí, se dejaron ver ____ y Tony, la diosa ayudaba al hombre a caminar, debido a su condición y debilidad, mientras que a ella la sostenía la Lumofoide azul.

El capitán américa corrió hacia ellos y ayudó al castaño, mientras que este se agarraba de él.

—No lo detuvimos.

—No, ni yo.

—Yo perdí al niño. —murmuró débil— ____ perdió a Loki.

—Perdimos, Tony...

—Sí, esto...

Su conversación fue interrumpida por Pepper, quien venía al borde de las lágrimas.

—No puede ser, estás vivo... —comentó abrazándolo con fuerza.

____, que estaba unos pasos atrás, se dejó caer en el suelo, sintiendo la debilidad llegar por fin a su cuerpo después de tanto tiempo a la deriva, llevaba soportando desde antes del chasquido, hasta que simplemente al llegar a un reconocido lugar, no soportó más.

Bruce llegó junto a Natasha al lado de la mujer, ambos tomándola de cada lado.

—____, creímos que estabas...

—¿Muerta? —completó su frase— No, por desgracia no. Así que necesito un poco de agua y algo de comer, por favor...

Todos ayudaron a los dos llegados de la nave a entrar a la torre, y brindaron a la diosa comida para que así recuperase sus defensas.