Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Cabras]

—¿Prefieres volar o tomar el auto? —pregunté, en cuanto llegamos a la entrada de Nuevo Asgard.

—Se me olvidaba que ahora puedes volar. —sonrió— Pero, prefiero el auto.

Me encogí de hombros, mientras que con mi magia aparecí las llaves de mi auto, luego caminamos hasta donde estaba este guardado.

—¿Me dejarás conducir?

Me giré hacia el con una mueca sorprendida.

—¿Disculpa? ¿Y que choques el preciado auto que me obsequió Tony? ¡Absolutamente no!

—Ay por favor, ___. Te prometo que no lo chocaré. —hizo un puchero.

Achiné los ojos, mirándolo con duda, hasta que al cabo de unos segundos le pase lentamente las llaves del auto.

—Si lo chocas, te jalaré del cabello hasta que quedes calvo.

El rio y ambos entramos al auto, colocándonos los cinturones de seguridad, mientras encendía la radio, buscando una canción para reproducir en nuestro camino, al mismo tiempo que Thor encendía el auto con facilidad, para mi sorpresa.

—¿Cuándo aprendiste a manejar?

—Darcey, la amiga de Jane, me enseñó a hacerlo hace unos años. —respondió simple.

—Oh —murmuré sorprendida— No tenía idea.

Cuatro horas después.

Conducíamos por la carretera, camino a mi antiguo hogar, me decidí por colocar Under pressure, de David Bowie y Queen, mientras cantaba a todo pulmón, con la cabeza fuera de la ventana, sintiendo el frío viento del anochecer.

—Pressure pressing down on me, pressing down on you, no man ask for...

—Under pressure that burns a building down, splits a family in two. Puts people on streets. —irrumpió Thor, cantando junto a mí.

Sonreí de oreja a oreja, el me devolvió la sonrisa, colocando su mano derecha en mi muslo y entrelazando nuestras manos.

—Um ba ba de.

—Um ba ba de.

—Ba ba ya, that's okay.

—It's the terror of knowing what this world is about, watching some good friends screaming 'let me out!' —cantamos al unísono— Pray tomorrow brings me higher, pressure on people, people on streets...

Nos sonreímos nuevamente, hasta que Thor estiró el rostro, fundiendo sus labios con los míos en un beso, duró unos cuantos segundos hasta que sentí como el auto se movía bruscamente, para caer en cuenta de que el rubio iba conduciendo, con agilidad volvió al volante, manteniendo su vista en el camino con una expresión de terror.