Capítulo 7

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No me podía concentrar en mis clases de solo pensar que la Toman acababa de dividirse. Existiendo el bando de Mikey y de Draken, yo perteneciendo al de Mikey simplemente porque él y yo teníamos el mismo pensamiento de no querer a Pah-chin en la cárcel. Dejé caer mi cabeza en mi mano y miré a Baji, mi compañero de puesto quien tampoco estaba prestando atención en clases teniendo la misma preocupación en mente.

—Todo es una mierda.

—Sí...

—¿Y si nos ponemos a pelear para que nos manden a dirección? —me miró y sonrió.

—Ok.

Baji se puso de pie exageradamente llamando la atención de todos.

—¡Eres una maldita bruja! ¡¿Acostarte con otro mientras estás conmigo?!

—¡¡Lo siento, en verdad!! —me puse a llorar—. ¡N-no fue mi intención, amor!

—¡¡Baji, Takahashi!! —gritó la profesora sin creérselo.

Baji se lanzó a mí y yo le pegué un puñetazo en toda su mandíbula provocando que cayéramos al suelo. Pude sentir varios gritos a favor mío y uno que otro sonido del clic de una foto.

—¡Ustedes dos, a dirección! Señorita Takahashi, ¿qué dirán sus padres de usted?

Bajé la mirada avergonzada y tomé mis cosas siguiendo a Baji. Una vez fuera de la sala y lejos de ella, Keisuke y yo nos matamos a carcajadas.

—¡¿E-en serio no se te ocurrió otra cosa?! —reí.

—Lo siento.

Sequé la lágrima que se me escapaba y me senté en la banca del patio. Ninguno de los dos pensaba ir a dirección, menos yo, ya que no me convenía. Jugué con mis dedos.

—Quién iba a pensar que Draken y Mikey terminarían peleándose.

—Sí —suspiré—, nadie. Manto ha quedado partido en dos desde ahora en adelante. Pero si solo Draken hubiera mostrado un poco más de consuelo hacia Pah-chin que se entregó por nosotros, creo que nada de esto hubiera sucedido.

La campana indicando la salida nos hizo poner de pie.

—Bien, creo que me iré a casa. No tengo nada qué hacer. Nos vemos, ¿si?

—Claro, pero antes, déjame darte un abrazo. Sé que quieres uno.

Mi labio tembló y Baji me abrazó con fuerzas mientras acariciaba mi espalda. En estos chicos he tenido todo el amor y apoyo que no tuve en mis padres, es por eso que si uno de ellos moría, me quedaba estancada, ellos son mi motor.

—Todo se resolverá.

—Eso espero. Y gracias.

—Baji Keisuke siempre estará para ti.

Sonreí y comencé a caminar hacia mi casa, quería quitarme este uniforme ya. Sin embargo, un auto que yo conocía a la perfección me hizo detener, el mayordomo de la familia, Yamaguchi, hizo una reverencia ante mí.

—Amaya-sama, suba. La llevaré a casa.

Afirmé la correa de mi mochila y miré tras de mí, algunos susurraban cosas y sé que doy mucho para hablar por ser una de las familias más importantes de Japón. Subí al auto y me quedé mirando a través de la ventana polarizada. Yamaguchi se puso en marcha hacia mi casa y yo saqué mi celular, no tenía ningún mensaje. Media hora después me encontraba en mi casa, bajé del auto agradeciendo al servidor de la familia Takahashi. Entré a la casa y me sorprendí al ver a mis padres.

Always with U || Sano ManjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora