Always with U || Sano Manjiro

Capítulo 77

Hoy era domingo, por lo que ya terminaba la semana de Seishu. Había pasado todo extremadamente rápido, ya que a pesar de que mi acompañante era algo aburrido para sus cosas, había hecho el mejor esfuerzo para entretenerme estos días. A veces veíamos películas, me leía algún cuento, jugábamos bastantes juegos de mesas y pintábamos. Muchas veces simplemente nos quedábamos acostados en la cama sin hacer nada. Su compañía era agradable.

Ahora estábamos tendidos en la cama, Inui estaba durmiendo apegado a mi lado y yo miraba fijamente por la ventana. Seguía teniendo muchas cosas en mi cabeza a pesar de haber intentado aclararlas, pero no podía dejar de inquietarme por todo lo que estaba por venir. Seishu se movió a mi lado y yo lo miré con atención. Él me miró con un leve parpadeo, estando algo confundido.

-¿Cuánto dormí?

-Como una media hora. -le respondí, llevando mi mano a su mejilla para acariciarla.

-¿Qué tienes en mente? -apoyó mi cabeza en su pecho y comenzó a hacerme cariño en mi cabello.

-Nada, es solo que todo está tan tranquilo.

-Sí... ¿Es verdad que pelearás en la batalla final?

-Es verdad. -sonreí-. Le dije a Takemicchi que lo seguiría sin importar qué, además no puedo no estar ahí. Debo acabar definitivamente lo que alguna vez comencé con Sano. -mi pecho se apretó.

-¿Cómo crees que reaccionarías al tenerlo al frente una vez más?

-Bueno, la última vez que nos vimos le dije que lo odiaba. -hice una mueca-. No sé si eso sea cierto, pero me hizo mucho daño. -mis ojos ardieron-. Por mucho que lo quiera, ya no sé si las cosas puedan volver a ser como antes. -me acomodé para mirarlo a los ojos-. Sano ya no es el mismo de hace unos años atrás, su actitud hacia mí ya era distante y aunque me di cuenta de que algo pasaba con él nunca me atreví a frenarlo. -suspiré-. En parte me siento culpable por...

-No te sientas así. -me interrumpió-. No tienes que pensar que es culpa tuya. Las personas toman sus propias decisiones y hacerlas cambiar de opinión no es fácil. -asentí ante lo que me dijo-. En la pelea por favor ten cuidado.

-Lo tendré. -sonreí. Inui se inclinó para darme un suave y corto beso antes de ponerse de pie.

Me ayudó a llegar a la puerta para despedirlo, pues él ya se tenía que ir y yo me quedaría esperando a uno de los chicos que me iba a cuidar por una semana más. Apoyé mi costado en el marco de la madera y lo miré con una pequeña sonrisa de lado.

-¿De verdad estarás bien? -sus ojos lucían algo preocupados.

-Lo estaré. -afirmé-. Solo serán unas horas las que estaré sola hasta que alguno de los chicos llegue.

-Bien, cualquier cosa no dudes en llamarme.

-Claro, gracias por todo. Por favor, conduce con cuidado.

Él me regaló una pequeña sonrisa antes de irse de mi campo visual. Solté un suspiro y entré al departamento cerrando la puerta. Me sentía tan sola. Llevé mis manos a mi rostro y solté un pequeño grito de frustración. Tocaron la puerta y mi ceño se frunció, pero pensé que seguramente algo se le había olvidado a Inui, así que me acerqué y abrí.

-¿Qué se te que...? -me quedé callada cuando mis ojos hicieron contacto con los suyos. Mi primera reacción fue intentar cerrar la puerta, pero me lo prohibió porque puso la punta de su bota ahí-. Sal de aquí ahora.

-Hablemos.

-No tengo nada que hablar contigo. -lo miré molesta-. Ya no quiero saber nada más de ti, ¿Me oíste? -estaba haciendo un gran trabajo en controlar mis emociones-. Lo nuestro ya terminó.