Always with U || Sano Manjiro

Capítulo 16

—¡Duele! —grité cuando Takemicchi puso agua fría en mi mano. Se veía horrible, tenía sangre saliendo y alrededor morado con un amarillo acercándose al verde. Mi labio igual dolía, ya que el sujeto ese terminó por romperlo.

—Ya, tranquila, aguanta un poco más.

—Maldición, debí curarlas enseguida llegué a casa anoche.

—Lo siento.

—¿Por qué te disculpas? —lo miré mal—. Tu no tienes la culpa aquí. Ahora, ¿vas a decirme para qué me llamaste? Estaba bien tranquila llorando por lo sucedido y pum, Isla Bonita de Madonna comenzó a sonar por todo mi cuarto.

Anoche no pude pegar ojo pensando en todo lo sucedido ayer. En la salida de Baji, quien no me ha contestado los mensajes desde ayer y en mi salida temporal, porque sí, mientras ese sujeto estuviera en la Toman, yo me negaba a volver. Era como una huelga. Sin embargo, la pelea contra Valhalla de verdad me emocionaba mucho.

—Por eso mismo me disculpo, ayer hablé con Mikey y... de verdad no estaba bien. Él y tú... son como almas gemelas, si uno está mal el otro también y...

—Si me llamaste para hablar respecto a Manjiro, me voy.

Me puse de pie y tomé mi mochila junto a mis cosas.

—¿Manjiro? Ah claro, Mikey... ¡No, en serio que te llamé para algo más importante! —su voz me detuvo bajo el umbral—. E-es solo que no me gusta ver a Mikey-kun así, y sé que a ti también te duele, ayer... perdón si no llegué a hacer nada cuando ese sujeto te golpeó, pero muchos quisieron lanzarse a él; lo vi. Mikey incluido.

—Llega al punto, Takemicchi. —no lo miré, seguía dándole la espalda.

—Mikey terminó llorando, nunca lo había visto tan mal desde que Draken fue apuñalado. —contó y yo carraspeé—. Mikey te quiere, así como yo quiero a Hina, ¡le gustas! Él anhela cuidarte...

—Takemicchi —lo corté y lo miré sobre mi hombro—, ¿qué me querías decir?

El rubio limpió sus lágrimas—. Lo siento, no hablaré más de Mikey.

Dejé las cosas donde anteriormente estaban y me senté en su cama.

—Bien, quiero que te lo tomes con calma.

—¿Hina está embarazada?

—¡¿Q-qué?! —se puso más rojo que un tomate.

—Te digo desde ya que yo no quiero ser la madrina. Los querré mucho a ustedes, pero los niños no son lo mío.

—¡N-no es eso! —gritó completamente avergonzado.

—¡Ya! —me reí—. Disculpa, prosigue.

—Bien —carraspeó—, no sé qué sucedió entre Kisaki y tú, pero tú y yo creemos que ese tipo no es bueno.

—Ajá, y no somos los únicos, hay muchos que lo piensan.

Takemicchi asintió—. Bien, aquí voy. —tomó aire—. Yo... puedo viajar en el tiempo.

Parpadeé—. ¿En serio?

—En serio.

—Takemicchi, falta mucho para Halloween y tú ya tienes un disfraz pensando de un loco científico que creó una máquina del tiempo. ¿Qué debería ser yo? ¿Cómo me vería con un disfraz de vampiro? —me imaginé esos escenarios.

—¡Maya-chan, por favor! —me suplicó—. Tómatelo en serio.

—Bien, lo siento. —me disculpe.