Capítulo 79

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Había pasado un poquito más de un mes de la batalla y mi cuerpo se sentía más descansado. Los chicos habían cuidado muy bien de mí y la visita de Mikey en mi departamento fue algo de lo que nadie más se enteró. El último en quedarse conmigo fue Takemichi, así que como hoy día tenía cita con el doctor, él me hizo compañía en todo momento, menos cuando entré a la sala.

-Bien Amaya, creo que estamos muy bien. -dijo el doctor alejándose de mí para guardar sus cosas-. Te daremos de alta en la rehabilitación.

-Muchas gracias por todo.

Salí de la consulta y Takemichi se acercó a mí haciendo una reverencia al doctor que estaba tras de mí seguramente. 

-¿Todo bien?

-Sip. Me dieron de alta en mis rehabilitaciones con el kinesiólogo, así que estoy libre. Menos mal, ya me tenía aburrida todo esto. -suspiré.

Había cumplido con mis semanas de reposo y rehabilitación, así que ya podía hacer mi vida normal otra vez. Mi cuerpo se sentía más ligero incluso y se sentía liberador poder volver a caminar bien y hacer las cosas por mi cuenta. Mis amigos también estaban feliz por mí y mi pronta recuperación, lo único que los tenía preocupados era que en la batalla final yo también iba a participar y estaba la posibilidad de poder terminar igual o peor que la última vez.

-Bien, es momento de ponernos en forma.

-¿Eh? -me miró con pánico.

-¿Qué? Tienes que aprender a pelear para la batalla. -lo miré burlona-. Digo, sabes pelear, pero hay que pulir algunas cosas y yo también. Oh, por cierto, pronto será el cumpleaños de Kazutora.

-¿Irás a verlo?

-¡Por supuesto! -respondí con una leve risa-. Si yo no voy nadie más va. Quizás el único que iba era Draken. -hice un puchero.

-Tienes razón. -dijo algo tristón.

-Bien, vamos. Conozco un sitio al que podamos ir sin que nos molesten y también tengo algunas cosas ahí que pueden servirnos. Eso sí, ya ha pasado mucho tiempo desde que no voy, puede que haya mucho polvo. -hice una mueca.

-No importa. -me sonrió-. Te veo más animada. Me gusta que estés así.

Sonreí un poco y llegamos al lugar del que le hablaba, una antigua bodega que fue utilizada por mis padres y según Aria usaban para hacer cuadros. Nunca les pregunté de eso y sabía que debía ir a conversar con ellos para saldar muchas de mis dudas. Seguramente lo haría uno de estos días. Encendí la luz y tosí un poco.

-Wow, hay muchas cosas.

-Sí... aquí llegaron a parar varias cosas que habían en mi casa antigua. En el departamento no cabían, así que este fue el mejor lugar para dejarlas. Primero haremos un poco de ejercicio en las máquinas y después iremos a una cancha a practicar cuerpo a cuerpo.

-Entendido.

Me subí a la bicicleta estática y Takemichi se subió a otra. Puse algo de música para no aburrirnos demasiado.

-¿Las cosas con Hina están bien?

-Sí, siento que ahora nuestra relación es más fuerte que antes. -lo miré y tenía una boba sonrisa en sus labios-. Me ha apoyado mucho en el estado anímico y eso es algo que agradezco bastante.

-Es una buena chica y sabe qué decir. -dije recordando la conversación que tuvimos en el hospital-. Es como si tuviera las palabras correctas en el momento correcto. Sabes, la vez que me dijiste que viajabas en el tiempo no te creí.

-Lo sé. -se rió-. Pensaste que era un disfraz para Halloween.

-Sí... la verdad es que no sé por qué decidí creerte, ya ni me acuerdo; pasó hace tanto. -suspiré con nostalgia-. Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo que parece un chiste. 

-Tienes razón -me miró-, pero vamos a superar esto. En esta batalla vamos a recuperar a la antigua Toman.

-Takemichi, te juro que si mueres te mato. -lo amenacé y él se rió nervioso-. Y ya no te diré "lo dejo en tus manos", yo también te ayudaré, después de todo también soy parte de tu secretito. Vamos a terminar con esta mierda pronto.

-Amaya, lo aprecio mucho. -sus ojos se llenaron de lágrimas-. Creo que alguna vez te lo dije, pero nunca está demás decirte que estoy muy agradecido de haberte conocido. Eres y serás mi mejor amiga y espero que en otras vidas volvamos a coincidir. Te quiero y aprecio bastante, además de admirarte.

-Takemichi. -hice un puchero y me bajé de la máquina porque ya estaba agotada-. Te adoro demasiado, por favor nunca lo olvides.

Él lloró y yo me reí. Siempre iban haber cosas que no iban a cambiar nunca. Comencé a buscar el objeto que necesitaba para la pelea y cuando lo encontré mis ojos comenzaron a brillar.

-¿Qué es eso?

-Mi espada.

-¿E-Eh? -me miró con miedo-. No me digas... ¿La usarás para la pelea?

-Es una espada de hierro, pero no corta. Practiqué kendo cuando era niña, fueron solo tres años, pero créeme que me sé de memoria todo. -sonreí-. Solo debo pulir algunas cosas y ya.

-Amaya...

-¿Qué? No me vengas a decir que no es justo cuando en la batalla contra Tenjiku y en la de las tres deidades muchos usaron armas, en especial esos Haitani y Sanzu. -fingí un escalofrío cuando mencioné al último-. Además, no podré dar mi cien por ciento y habrá gente que será más alta que yo. Es solo un prevenir.

-Entiendo. -comprendió-. Hay algo que te quiero preguntar.

-Claro.   

-¿Nunca conociste a Sanzu o a Senju de pequeños?

-Uh, nop. -guardé la espada en su funda-. Sanzu estuvo en mi división solo una semana como prueba, pero no pude controlarlo y mucho menos provocar que me hiciera caso. En el campo de batalla teníamos un estilo similar, así que era imposible congeniar. Tuvo algunas diferencias con algunos de los chicos y yo terminé por darle unos golpes para ganarme su respeto. Parece que era la única forma con la que se volvía sumiso ante ti. -le expliqué, Takemichi asintió-. ¿Pasó algo?

-La otra vez tuve una conversación con Senju y asegura de que es culpa suya que Mikey tenga estos impulsos oscuros y de que Sanzu haya terminado tan mal.

-¿Su culpa? -fruncí el ceño-. Bueno, no me sorprende que no se haya conocido con Manjiro cuando eran niños, después de todo es hermana de Takeomi-san. -acaricié mi barbilla-. Y Manjiro tampoco me comentó nada, ¿Qué pasó?

-Fue por un juguete. -dijo y yo lo miré incrédula-. Senju le echó la culpa a Sanzu de que él rompió el avión y Mikey le hizo las cicatrices que actualmente Sanzu porta.

-Debe ser una maldita broma. -pasé mis manos por mi cabello-. Conozco a Manjiro desde niños y sí, era algo impulsivo y bruto para sus cosas, pero no creo que por solo un juguete se haya puesto de esa forma. -me puse a pensar-. Bueno, igual se enojaba con mucha facilidad por la más mínima cosa, pero insisto, no creo que solo ese haya sido el motivo.

-También encontré raro eso...

Toqué su hombro-. Ya no pensemos más en eso y vamos a entrenar.

Takemichi asintió y salimos de aquí, pero en todo el día no pude quitar la sensación amarga de mi boca.

...

Gente, perdón por no subir capítulo el sábado, pero aquí está. Decir que quedan pocos capítulos para acabar el libro, ya que le quiero dar un cierre propio y porque el manga ya ni sé en lo que quiere terminar. Así que, disfruten los próximos capítulos que el final ya lo tengo pensando y solo diré que... sin palabras.

Los quiero mucho y nos leemos pronto.

Always with U || Sano ManjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora