Always with U || Sano Manjiro

Capítulo 8

Me terminé mi trozo de sandía y sonreí como una niña pequeña. Era mi fruta favorita.

—¿Qué hay de Pah-chin?

—Él no saldrá por al menos un año.

—Tiene suerte de que sea menor de edad. —hablé, mi voz era un poco más aguda—. ¿Y qué hay de Osanai? Ese dí... —me quedé callada, casi la cago.

—Está vivo. Si Osanai hubiera muerto, Pah habría quedado encerrado hasta la adultez.

Hice un puchero y bebí un poco de la bebida que traje. Estaba helada gracias a los hielos que Takemicchi nos facilitó. Agh, realmente hacía mucho calor hoy.

—Y bien, ¿qué hay de Mikey-kun?

Draken golpeó la mesa en donde Takemicchi tenía su rompecabezas que armó en 72 horas. Me reí a carcajadas al ver la cara de pánico de Draken ante la cagada que se acababa de mandar.

—¡¡Tres días de esfuerzo a la mierda!!

Draken se puso de pie—. Como sea, voy a cortar todos los lazos con Mikey.

—¿Hablas en serio? —le pregunté.

—¿Desde cuándo esto ha sido una broma? Kanto ya no existe.

—¿A-a qué te refieres?

—Me tengo que ir. —se puso de pie saliendo de la habitación.

—¡¡Espera solo un minuto!! —gritó Takemicchi siguiendo a Draken.

—No me digas que Kanto quedará dividido en dos.

—¿Era en serio?

Miré a los amigos de Takemicchi.

—¿Desde cuando ha sido una broma? —les hablé—. Lo que dije anteriormente, todo eso fue verdad.

—L-lo sentimos, Amaya-chan.

Moví mi mano restándole importancia y corrí tras de Draken y Takemicchi. Sin embargo paré en seco cuando vi a Mikey en la entrada de la casa de los Hanagaki.

—Ay mi Dios... —susurré. Me quise esconder, pero ya era demasiado tarde. Mikey me vio y no tardó en tomarme de la mano y ponerme tras de él.

—¿Qué demonios estás haciendo aquí? —preguntó Mikey a Draken.

—¿Ah? Más bien, ¿qué demonios estás haciendo tú aquí?

—Vine a ver cómo estaba Takemicchi.

—Yo también.

—¿Eh? Takemicchi es mí amigo. Él no tiene nada que ver contigo, ¿verdad Takemicchi?

—¿Ah, qué quieres decir? Tú eres mi amigo, ¡¿cierto, Takemicchi?!

—¡Okay! —grité quitando a Takemicchi de en medio, pero ellos ni me miraron.

—Apártate de mi camino, tótem, molestas.

—Apártate tú, enano.

Tomé aire profundamente y le pegué un zape a Mikey y a Draken. Takemicchi gritó y los amigos de él también gritaron. Mikey me miró sorprendido y Draken también. Sonreí con grandeza.

—¡¿A-acaba de pegarle a Draken y a Mikey?!

Los tomé de sus orejas y los hice sentarse de rodillas al suelo.

—Escuchen bien, par de idiotas. Déjense de peleas infantil y pónganse a discutir como gente adulta. —puse mis manos en mi cintura. Ellos asintieron.