Capítulo 13

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Me encontraba sentada en la cama de Mikey. Minutos antes había recibido una llamada de mi mamá diciéndome que ya se habían ido del país, aun así, su tono de voz hacia mí no era el mejor, seguramente enojada por haber escapado de la reunión. Emma me había prestado un pijama, por lo que antes de eso me di una ducha y sequé mi cabello con el secador que Mikey me facilitó.

El rubio entró a la habitación portando su pijama y su cabello todo despeinado. En su mano llevaba su toalla.

—Deberías deshacerte de eso, tiene años.

—Ni lo pienses, esta toalla es toda mi vida. —se tiró a su cama.

—Oye, si te molesta puedo ir a dormir con Emma o en el sofá.

—Hoy hace frío, durmamos juntos. Además, no sería la primera vez. Cuando niños siempre que venías acá terminábamos durmiendo abrazados.

—Sí, pero eso fue cuando éramos niños. —lo miré, sus ojos estaban algo rojos—. Iré a... ¡ay bestia! ¡¿Qué les pasa a todos con lanzarse a mí?! —grité cuando intenté pararme, pero Mikey me agarró de la cintura.

—Eres abrazable.

—¡Ya, pero ustedes se lanzan a mí como si olvidaran que tengo pechos! —grité.

Él soltó una carcajada—. Bien, te soltaré, pero duerme conmigo. No te haré nada.

—Lo sé.

—¿Entonces? —ladeó su cabeza.

Suspiré—. Está bien, voy a dormir contigo.

Mikey sonrió y abrió la otra parte de su cama y se hizo a un lado para que pudiera acostarme. Así que cuando lo hice me quedé en modo tieso, Mikey rió.

—Puedes moverte con libertad.

—Lo sé.

—Te advierto que soy un desastre para dormir.

—También lo sé, cuando niño no dejabas de patearme hasta botarme de la cama. —le conté y me puse de costado para mirarlo, él sonreía.

—Pero una vez tú me quitaste las sábanas y peleamos. El abuelo tuvo que detener nuestra pelea, sino, uno de los dos hubiera terminado más herido.

—Un momento, una vez tú te tiraste un pedo solamente para molestarme.

—¡Amaya! —gritó—. ¡¿Por qué te acuerdas de esas cosas?!

—No lo sé. —me reí.

Hubo un momento de silencio para nada incómodo.

—No dejaré que Hanma ponga una mano en ti.

—Gracias, pero sé defenderme. 

—Solo te pido que sigas manteniendo tu apariencia oculta por los otros bandos y ahora por Hanma, sabe que eres chica, pero no sabe que eres parte de Toman. —llevó sus manos a mi cabello y jugó con algunos mechones locos dejándolos tras de mis orejas.

—De acuerdo. —sonreí y me acomodé en la cama. Cerré mis ojitos.

Podía sentir la relajada respiración de Mikey.

—Maya-chan.

—¿Uh? —no quise abrir mis ojos, ya que por alguna razón estaba inquieta.

—Gracias por mantenerte a mi lado siempre.

—Sabes que no te dejaría.

—Las personas terminan traicionando.

—No sería capaz de traicionarte.

—Amaya, abre tus ojos —lo hice, su mirada era intensa—, aceptaría que cualquier persona me traicionara menos tú.

—¿Y Draken?

—Sé que él no lo hará.

Tragué saliva—. Mikey, no sé a qué punto quieres llegar, pero no sería capaz de hacerlo, te lo dije.

—Entonces dame un beso.

—¡¿Qué?!

Me di la vuelta sintiendo mi corazón latir como loco. Llevé mis manos a mis mejillas sintiéndolas calientes. ¡¿A ese punto quería llegar?! Maldita rata. ¿Qué se cree?

"Mikey es tonto, él no se dará cuenta de nada hasta que tú se lo digas". Las palabras de Emma llegaron a mi cabeza y solté una risa nasal. Sí, claro, tonto. ¡Este chico no tiene ni un pelo de tonto!

—¿Qué pasa, Maya-chan?

—No puedo hacer lo que quieres.

—¿Por qué? Es sólo un beso.

—Ya, pero no somos nada como para besarnos.

—¿Nunca has escuchado el beso para reforzar la amistad?

Abrí más mis ojos—. Oye, te estás juntando mucho con Chifuyu. ¿Acaso te prestó uno de esos mangas que él lee?

Mikey rió.

—Si no quieres dármelo, está bien, pero ojo, la oportunidad se dio y tú la perdiste.

Me volteé, él estaba con una sonrisa divertida en sus labios. Sus ojos brillaban con burla.

—¡Ya, te estás burlando de mí!

—No lo hago realmente, pero me da risa verte en esta situación.

—Eres un pesado. —me cubrí con las sábanas—. Buenas noches.

No escuché respuesta—. Dije "buenas noches". —levanté la sábana y Mikey inclinó su cabeza hasta que sus labios tocaron los míos.

Me quedé en piedra, y Mikey también. Ninguno de los dos se movía, nuestros labios simplemente se estaban tocando, pero yo tenía miedo de hacer algo mal y Mikey parecía pensar lo mismo. Él nunca tuvo novia, me lo contó, y yo sí tuve un par de novios, pero creo que nunca había sentido tantas cosas como lo hago con Mikey. ¿Debería de aceptar de una buena vez que este chico me gustaba? Hemos pasado por mucha mierda juntos, pero es peligroso estar en una relación cuando... un momento, qué carajos digo, no es como si Mikey y yo vamos a tener un noviazgo.

"Beso para reforzar la amistad". Claro, eso era. Me separé de él nerviosa.

—Buenas noches, Maya-chan.

Esta vez la que no respondió fui yo. Quería que la tierra me tragase, así que intenté quedarme dormida, pero la reciente situación no me ayudaba para nada.

Always with U || Sano ManjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora