Salí de la universidad cansada, pues ya iban a ser casi las siete de la tarde. Parpadeé un poco al notar a Takeomi estacionado al frente de la universidad. Hace tiempo no lo veía, de hecho desde que era una niña, por eso me sorprendí al verlo aquí. Abrí el paraguas, ya que hace un rato había comenzado a llover y comencé a caminar a su dirección, pero alguien se ubicó a mi lado y tuve que alzar la mirada para mirar a Kenji.
-Hey~. ¿Quieres que te lleve a casa en mi auto? Bueno, no es mi auto, pero se entiende. -rió nervioso y yo sonreí.
-Gracias, pero esta vez no.
-Uh, claro. No te preocupes por eso, Amaya. -me dijo-. Otro día puede ser.
Asentí-. Maneja con cuidado. Las calles están resbalosas.
-G-gracias por preocuparte.
Él se fue de mi lado y cuando estuvo fuera de mi campo visual, me acerqué a Takeomi a pasos inseguros. No es que no confiara en él, pero me parecía algo curioso.
-Amaya, ha pasado un tiempo. Estás muy grande y perdón que lo diga, pero te pareces mucho a Aria.
-Sí... me lo han dicho bastante.
-¿Y ella cómo ha estado?
Hice una mueca-. Ella no está en este mundo, Takeomi-san. -dije cautelosa.
-¿Qué...? -parpadeó, claramente sorprendido.
-Hace tres años que falleció.
-Eso no... wow, lo siento mucho, Amaya. -en serio parecía bastante impactado-. Todos pensamos que ella seguía en Filipinas.
-Eso no es cierto. -mencioné-. La mataron.
-¡¿Qué?! -ahora sí que estaba todo impactado con esto-. ¿Cómo? ¿Quiénes? ¡Tenemos que buscar venganza, Amaya!
-Moebius, pero gracias a Dios esa pandilla ya se extinguió. Fueron nuestros padres quienes la mandaron a matar.
-Demonios. ¿Y tú, estás bien? Dime por favor que no te levantaron la mano. -sonaba desesperado-. Mierda, ahora entiendo porque Aria nos dijo que cuidáramos de ti y maldición que me arrepiento de no haber estado pendiente de ti todo estos años.
Lo último me sorprendió un poco
-Mm, me golpearon una vez, pero ya me dejaron tranquila. Ellos están en prisión.
-Eso lo sabía. -me miró-. Y me alegra, no te volverán a poner una mano encima. Dime que has estado bien.
-Sí, he estado bien. -le sonreí un poco-. ¿Tú?
-Bien, gracias. -sonrió.
-¿Cómo sabes que estudio en esta universidad? -fui curiosa.
-Tengo mis contactos.
-Bueno, eso suena aterrador envés de tener una respuesta en concreto. ¿Me vienes a decir algo en específico, Takeomi-san? -ya me estaba casi cayendo del sueño.
-Quiero que te unas a Brahman, Amaya.
Parpadeé-. ¿Eh? No gracias. Estoy estudiando ahora una carrera profesional. Desde que Toman se disolvió, yo ya no quiero volver a ser parte de estos asuntos.
-Brahman quiere derrotar a Mikey, quien dirige la pandilla Kanto Manji. Draken ya se unió porque él quiere a su amigo de vuelta. ¿Tu no?
-Takeomi-san... Intenté hacer recapacitar a Mikey, pero él mismo nos alejó a todos. -recordar eso dolía-. Él mismo se está sumiendo en la oscuridad de la cual pudo escapar si hubiera aceptado ayuda y hubiera aprendido a dejar a las personas que ya no están en este mundo.
-Una vez, cuando eras una niña, me dijiste "yo nunca me rindo, Take-san, porque no puedo soltar algo que ya comencé". -citó las palabras que yo olvidé, por lo que eso me sorprendió-. ¿En serio quieres que Mikey se convierta en un chico malo y ya no haya vuelta atrás para salvarlo? Hanagaki también se unió.
-¿Qué...?
-Piénsalo, Amaya. Mikey tiene fe ciega en todos ustedes y nos gustaría poder convencerlo sin tener que llegar a pelear. Además, tú lo amas, ¿No?
-Ya no es tan fácil de responder eso, Takeomi-san. -hice una mueca.
-El sentimiento de amor siempre va a permanecer, a pesar del tiempo transcurrido. -habló, sacando un cigarro de su chaqueta y encendiéndolo, pues había dejado de llover.
Cerré el paraguas y me apoyé en la moto a su lado. Tenía ganas de llorar, y era solamente porque él era de la generación de mi hermana y sabía muchas más cosas de Aria, como sus últimas aventuras y yo quería escuchar eso. Sentí su brazo rodear mis hombros y las lágrimas cayeron sin poder evitarlo. Mi mente en este momento era un jodido lío, las cosas del pasado se juntaron de un minuto a otro y sentía una presión en el pecho que me hacía difícil el respirar.
-Vamos pequeña. Sube a la moto y te llevaré a comer algo. Tenemos mucho de qué hablar, ¿No crees? Llamaré a Benkei y a Waka.
Asentí agradecida. Me sujeté de la chaqueta que Takeomi llevaba puesta y cuando la moto avanzó, no pude evitar recordar las veces que Mikey me llevaba a andar en moto. Maldije en mi mente. Llegamos a un restaurante algo sofisticado y me ayudó a bajar para luego entrar a este lugar que parecía donde mucha gente rica se juntaba para hablar en relación a sus negocios.
-Waka, Benkei. -habló Takeomi llamando la atención de ambos chicos que estaban delante de nosotros-. Miren a quién he traído. Sorpresa. -me empujó levemente para quedar en medio de todos.
-¡¿Amaya?! -gritó Benkei arruinando el momento de silencio del lugar-. ¡¿La hermana pequeña de Aria?! ¡Wow, que grandes estás! ¿Quieres un dulce?
-Benkei, eso sonó como un pedófilo apunto de atrapar a su nueva presa. Tienes que darle el dulce solamente. -aportó Wakasa, quien tenía entre sus labios un dulce y no tardó en pasarme uno de su chaqueta.
-Dios este par. -dijo Takeomi frustrado-. Ambos actos han sido de total pedofilia.
Me guió a una mesa y todos tomamos asiento. Yo me sentía algo nerviosa, pues estaban muy diferentes, pero seguían manteniendo la misma esencia de hace años. De cierta forma, me sentía cálida porque no podía evitar recordar a mi hermana.
-¿Y qué hay de Aria? -la pregunta de Benkei quedó en el aire.
Así que hablé por primera vez y les conté todo con sumo detalle. Era claro que ambos hombres delante de mí estaban en completo shock. Y Takeomi también cuando les conté que mis padres me habían mandado a matar por un tal Kisaki si yo no cumplía con mi objetivo de ir a estudiar a Filipinas y hacerme cargo de los departamentos policiales. También les conté acerca de Izana, mi casi muerte en la batalla del Halloween Sangriento, mi otra casi muerte por salvar a Emma y de que mis padres estaban en prisión más mi ruptura con Mikey.
-Y eso es todo. -finalicé, bajando la mirada.
-Eso... Lo siento. -Wakasa habló, y yo lo miré-. Sentimos no haberte ido a ver en todos estos años.
-Tranquilo, en verdad no pasa nada respecto a eso. Sin embargo, ahora me siento bien al estar con ustedes en estos momentos. Me recuerdan a mi hermana y todos los momentos que pasamos juntas. -sonreí a medias.
-Entonces, ¿Qué te parece si te contamos historias de Aria mientras comemos? -me preguntó Benkei y yo asentí, sintiendo mis ojos brillar.
-Tú pide lo que quieras, esta noche serás la regalona. -dijo Takeomi.
Agradecí de corazón y me preparé para escuchar absolutamente todas las aventuras de Aria junto a los miembros de la primera generación de Black Dragons.
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Always with U || Sano Manjiro
Fanfiction"Me quedaré a tu lado hasta que sobrevivas con la esperanza de que florezcas". Winter Flower, Younha, RM. -Historia 100% mía. -Todos los personajes no me pertenecen, a excepción de la protagonista y su familia. Créditos a Wakui Ken. -No se permite c...