Capítulo 57

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Había salido temprano en la mañana porque tenía unos trámites que hacer respecto a la casa. Había una familia interesada en querer comprarla, pero faltaban unos papeles que no tenía. Así que luego de estar por varias horas en la notaría, por fin pude obtener los papales y una copia de ellos. Pasé a comprar algunos dulces para mi novio, ya que siempre había que tener de esos en casa porque sino, se enojaba o se ponía de malhumor.

Pasé por enfrente del templo Musahi, pero unos quejidos me sacaron de onda. Sin embargo, tuve que detenerme cuando mi celular comenzó a sonar. Lo saqué y contesté.

-¿Emma?

-¡Maya! ¿Dónde estás? -su voz sonaba agitada.

-En el templo...

-Tienes que irte de ahí ahora mismo. Mikey... él, ¡Está loco! Esta mañana luego de que tú te fuiste, me trató pésimo y...

Mis ojos se posaron frente a la escena delante de mí. Mi cuerpo entero se paralizó y yo dejé de escuchar lo que Emma me decía. Manjiro estaba golpeando a todos los chicos que se encontraban junto a él y ninguno de ellos era capaz de defenderse ante lo rápido que era Sano para reaccionar.

-¿Maya? ¡¿Maya estás ahí?!

Dejé caer el celular y la bolsa con las compras. Mis pies se movieron sin pensarlo y como pude, logré separar a Mikey antes de que volviera a golpear a Chifuyu, quien ya no era capaz de defenderse por estar demasiado cansado. ¿Desde cuánto tiempo estaban aquí? Manjiro me miró sin ninguna expresión, yo le devolví la misma mirada. Tenía gotitas de sangre en su rostro y la sonrisa que dio a continuación me puso los vellos de punta.

-¡Manjiro, ¿Qué demonios te ocurre?! -le grité, desesperada.

-Suéltame, Amaya.

-No, no te voy a soltar. ¿Por qué le pegaste a los chicos? -grité.

-Que me sueltes, Amaya. Eres molesta. -soltó con rabia.

¿Qué...? Soltó su brazo con brusquedad causándome un leve dolor en la mano. Me alejé unos pasos, chocando con el pecho de Chifuyu.

-Lo nuestro termina aquí. Tōman ya se disolvió, así que no te necesito.

-¿Qué mierda estás diciendo, Manjiro? -estaba luchando contra las lágrimas que querían caer por mis mejillas, pero me mantuve firme ante la extraña personalidad de Mikey.

-Solo te quería para tu fuerza, nada más. -fue frío-. Para mí, tú solo fuiste cosa de rato. Nada importante, nada serio. En verdad a veces tu vida me daba pena, Amaya. -seguía manteniendo esa sonrisa-. Lo mejor que debiste hacer era irte a Filipinas y no causar tantos problemas aquí...

Mi mano impactó en su mejilla, las lágrimas ya habían caído de mis ojos sin poder evitarlo. Su cabeza estaba ladeada a un lado, el cabello ocultaba sus ojos, por lo que no podía ver su expresión. Una gotita de sangre cayó por su mejilla golpeada, pues le había dado con la mano que portaba el anillo y digamos que no le pegué tan despacio. Mi cuerpo entero temblaba.

-Eres un puto asco, Manjiro. -espeté con rabia, quitándome el anillo del dedo y lo tiré al suelo sin importarme nada-. ¡Que te jodan todas las malditas promesas!

Él no me dijo nada, simplemente se marchó del templo dejándonos a todos con rencor en los corazones. Mi labio inferior tembló y me abracé intentando calmarme. No entendía nada, no entendía a qué se debía su cambio de humor tan repentino. Simplemente sabía que desde ahora, el poder salvarlo iba a ser mucho más difícil que antes.

-Maya...

Me di la vuelta mirando a Chifuyu algo ida. Él me miró algo sorprendido. Todos habían escuchado lo que Mikey había dicho lo que pensaba de mí. Mi labio inferior tembló, pero hice todo lo posible para sonreír.

-Vamos, vayamos a curar esas heridas.

Comencé a caminar, pero una mano se posó en mi hombro deteniendo mis pasos. Tomé aire de forma profunda y relajé mis hombros para quitar toda tensión.

-Esta vez es definitivo. -hablé, sabiendo que Draken estaba tras de mí. Así como Peh-yan, Mitsuya y Chifuyu-. Ya escucharon todo lo que piensa de mí. Todo... lo que alguna vez prometimos o mis intentos de hacerle saber que tenía gente con él fueron en vano. -mi voz tembló y las lágrimas empaparon mis mejillas-. Creo que fue hablar con una pared todos estos años.

-Maya...

Limpié mis lágrimas y volteé a ellos para mirarlos con una sonrisa pacífica.

-¡Está bien! Todo estará bien.

Mentirosa.

-Vamos antes de que esas heridas se infecten.

El camino fue totalmente aterrador. Había recogido mi celular, pero los dulces no fui capaz de tomarlos y los dejé ahí por si alguien se los encontraba y los necesitara más. Compré lo necesario para curar las heridas de mis amigos. Algunas personas nos miraban con desconfianza o temor, pero poco me importaba. Llegamos a un parque cercano y observé a los chicos. Todos en silencio y con caras serias repasando, quizás, lo que acababa de pasar con Sano.

Cuando terminé de curar las heridas ya era tarde y nadie había dicho palabra alguna. Lavé mis manos con el alcohol gel que siempre andaba trayendo conmigo y tomé asiento al lado de Chifuyu, quien entrelazó su mano con la mía para darme fuerzas.

-Gracias por curar nuestras heridas, pero créeme que esto es lo que menos nos importaba. -dijo Mitsuya-. Eres tú.

No dije nada.

-¿Tu mano está herida? -Draken se puso en cuclillas frente a mí, tomando la mano en la que alguna vez hubo anillo-. Tienes algo rojo.

-No me duele.

-¿Por qué...? -Peh-yan a mi lado no lo entendía-. ¿Qué le sucedió para tratarnos de esa forma?

-No lo sé... -dijo Chifuyu.

Miré la hora en mi celular y supe que ya era tarde y seguramente Emma estaba preocupada. Me puse de pie, moviendo mi mano para despedirme de los chicos y comencé con mi trayecto a la casa de los Sano.

-Maya, espera.

-¿Uh? -miré a Ken.

-Por favor no caigas.

-Mi sueño de ser ilustradora es lo único que me va a mantener viva, Draken. -suspiré-. No voy a caer.

-Bien... cualquier cosa aquí estoy.

Agradecí y me alejé lo suficiente de aquel parque hasta llegar a un callejón en donde no tardé en sentarme en el suelo y derrumbarme por todo lo que acababa de suceder hoy.

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Desde el próximo capítulo comienza el año 2008, por ende la vida universitaria de Maya.

Pido perdón si esto se está alargando demasiado o está siendo tedioso. Es mi primera vez escribiendo algo taaan largo y con tantos capítulos.

Todavía no tengo un final definido porque estoy esperando a que algo pase en el manga para poder decidir qué ocurrirá. Así que, paciencia.

El jueves y viernes tengo mis pruebas de admisión universitaria😩 pero estoy tranquila y leer mis capítulos para revisarlos me desvía esos pensamientos.

Esos nenis, muchas gracias por todo el apoyo. Nos leemos en el próximo capítulo💜

Always with U || Sano ManjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora