—Perdón la tardanza. —dije cuando llegué al lado de la persona.
Había pasado una semana de todo el disturbio y por fin hoy había decidido aceptar la invitación de ese número desconocido. Tomé asiento frente a él y miré el restaurante que parecía bastante lujoso, pero era de esperarse viniendo por parte de Hajime. Me sentía un poco incómoda estando aquí, pues a pesar de crecer en una familia millonaria, nunca encaje con todas esas comodidades.
—No, está bien. —negó Kokonoi.
—¿Para qué querías verme? —fui directa, sirviéndome un poco de agua presente en ese jarrón.
—Quería saber cómo estabas. Desapareciste de Shibuya de un día para otro. Takemichi preguntó por ti apenas despertó del coma. No supe qué decirle. —me dijo—. Todos están preocupados por ti. Y Mikey...
—¿Qué? —lo detuve con sequedad, mirándolo con cara de pocos amigos.
—Él está bien.
Lo miré fijamente—. Me debes estar bromeando. ¿Cómo va a estar bien después de...? —suspiré, pasando mis manos por mi cabello con frustración. Ni siquiera quería recrear la imagen de la muerte de South.
—Ya, mejor no hablemos de él. ¿Cómo estás tú? Ese día en la pelea igual terminaste bastante golpeada. A varios nos preocupó tu estado, aunque no lo creas. —me confesó, sirviéndose un poco de agua también.
—Estuve unos días en reposo porque tuve unas costillas rotas. Y ahora solo tengo unos moretones que están sanando. —respondí—. ¿Quieres saber algo más?
Él negó.
—Entonces me voy. —me puse de pie tomando mis cosas.
—¿No comerás nada? —por la expresión de su rostro deduje que quizás tenía la ilusión de quedarme a compartir como si nada hubiese pasado. Como si él no estuviese conviviendo con Manjiro.
—No tengo hambre. Adiós.
Salí del restaurante y caminé unos cuántos metros para detenerme en plena calle. La gente que pasaba a mi lado era como si no se dieran cuenta de mi presencia, pero mejor así. Tenía muchas ganas de encerrarme en mi departamento y no salir de ahí nunca más. Las lágrimas ya no salían y mi corazón se sentía tan pesado. Un suspiro escapó de mis labios antes de ponerme en marcha hacia el hospital general de Shibuya. Quería ver a Takemicchi y hablar de todo esto para dejar saldado el tema.
No tenía idea de si hoy era su último día, pero esperaba que estuviese solo. Subí por las escaleras y llegué a su número de habitación correspondiente. Toqué dos veces la puerta hasta que su voz se hizo presente. Mi corazón estaba latiendo como loco por los nervios. No nos veíamos la cara desde que ocurrió la batalla de las tres deidades. Mi mano sostenía la manilla con fuerzas y podía ver cómo temblaba. Bajé la mirada sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas que no fueron capaces de caer.
—¿Amaya-chan? —me sobresalté cuando escuché la voz de Hinata tras de mí—. Que bueno verte, ¿Estás bien? Siento lo sucedido... Takemichi estuvo hablando de ti estos días, fuiste la primera persona por la que preguntó apenas despertó del coma. —mi cuerpo entero temblaba—. Él en verdad lamenta todo esto, pero creo que su ánimo subió un poquito cuando varios de los chicos vinieron a verlo. Y ahora que tú estás...
—Detente. —le pedí, llevando mi mano a mi cabeza para luego mirarla. Ella se sobresaltó un poco, pero mantuvo una distancia cercana entre ambas—. Por favor...
—L-lo siento, Amaya-chan, creo que hablé demasiado. —su voz era muy suave—. Estoy feliz de que estés aquí, entra. Creo que él y tú tienen mucho de qué hablar.
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Always with U || Sano Manjiro
Fanfiction"Me quedaré a tu lado hasta que sobrevivas con la esperanza de que florezcas". Winter Flower, Younha, RM. -Historia 100% mía. -Todos los personajes no me pertenecen, a excepción de la protagonista y su familia. Créditos a Wakui Ken. -No se permite c...