Always with U || Sano Manjiro

Capítulo 42

Mi respiración estaba muy agitada, el sudor recorría parte de mi rostro y el valle de mis senos. Pasé mi antebrazo por mi frente y golpeé una vez más las llantas que alguna vez hice golpear a Takemicchi.

—¡Agh, maldición! —grité asustando a unos niños que pasaban por ahí.

Me dejé caer en el suelo mirando fijamente la tierra que había ensuciado mis pantalones de deporte. Estuve unos minutos pensando en la conversación de hace unos días y no pude evitar sentirme mal. Todo pasó tan rápido que no tuve el tiempo suficiente para procesarlo. Suspiré y me puse de pie para ir al restaurante que Draken me citó, pero antes de eso pasé a mi casa a tomar un baño y cambiarme de ropa.

Una vez estuve en el restaurante, tomé asiento frente a mi amigo.

—Hace tiempo que no tenemos un momento tú y yo.

—Sí... —llamé al mesero para tomar la orden de las comidas, no tenía mucha hambre así que pedí solamente un postre con un vaso de té helado—. Gracias.

—Enseguida traeré su pedido.

Miré a la gente a mi alrededor, todas se veían tan felices que no dudé en preguntarme: ¿Cuántos de aquí están fingiendo?

—Mikey me contó. —miré a Draken—. Lo siento, nunca pensé que iban a terminar.

Solté una risa nasal—. Supongo que tiene sus razones, ¿No? —moví mi cabeza provocando que mis aros sonaran.

—No tienes que fingir que esto no te duele, Maya-chan. Ese día... aunque no todos lo demostraron, quedamos completamente devastados con esa noticia. ¿Que los padres manden a matar a sus propios hijos? Eso es estar locos y obsesionados con querer poder. Puede que te diga lo mismo que Mikey, pero tienes que ir a Filipinas si no quieres ser asesinada por ellos.

Me quedé en silencio unos segundos que parecieron eternos. Le di un sorbo al vaso de agua y luego solté un pesado suspiro. Apoyé mi mejilla derecha en mi mano y miré a Ken con ojos cansados.

—¿Sabes lo que me dijo? "No puedo tener distracciones ni debilidades". —cité sus palabras, Draken parecía sorprendido—. Ya veo, así que te cuenta lo que le conviene.

Dejaron nuestra comida sobre la mesa y comencé a comer; moría de hambre luego de ese duro entrenamiento.

—Mikey... está sumido en la oscuridad, no quiero que caiga en eso y todo empeore en un futuro, Draken. —hablé después de darle un sorbo a mi té—. De verdad, yo... —mis ojos comenzaron a picar—, yo lo amo tanto que me llega a doler el pecho de solo pensar en él, ¿Sabes? Y el no tenerlo en un futuro me parte el alma.

Es cierto, Draken tampoco estará en un futuro de doce años.

—Mikey también te ama, tenlo por seguro.

Sonreí con tristeza—. Seguro Emma se enteró.

—Lo más probable. —sonrió.

Hubo un momento de silencio en donde terminamos de comer lo que nos faltaba, y una vez listos, Draken pagó todo, ya que según él era el pago por la vez que los invité a comer. Salimos del restaurante y comenzamos a caminar lentamente hasta ningún punto en específico.

—Draken.

—¿Uh?

—Estaba pensando seriamente en no meterme en la pelea por esta vez. Claro que estaré atenta a cada situación y movimiento porque tengo un escuadrón que guiar, pero nunca había oído de esa pandilla. —hablé sin dejar de mirar al frente—. No me dan buenas vibras.

—Es tú decisión, así que se va a respetar. Cualquier cosa sabes que puedes meterte sin importar qué.

—Lo sé. —infle mis mejillas.