Luego de que dieran oficialmente nuestra entrada a la pandilla, Hanma me pasó una chaqueta y aunque no quisiera, lo agradecí, la pérdida de sangre me hacía tener frío, además me encontraba solamente con mi sostén deportivo.
—¡Espera! Baji-kun, tú eres uno de los miembros fundadores que crearon a Toman junto a Mikey-kun, ¿no? ¡¿Por qué lo traicionaste?!
—¿Así que ser un miembro fundador significa que no puedes traicionar a Toman? Me tienes que estar bromeando. Kazutora también fue uno de los miembros fundadores, ¿o no?
Asentí.
—Amaya no alcanzó a ser miembro fundador a pesar de que nos conocíamos, pero también se considera una parte importante en la historia. —dijo Baji—. Somos tres y ninguno de nosotros tiene ganas de rendirse. Kazutora tiene un gran rencentimiento contra Toman.
Baji comenzó a contar la historia de cómo llegaron a querer robar una moto para el cumpleaños de Mikey. Yo estuve con ellos antes de que eso sucediera, ya que anteriormente habíamos pasado a comer algo y luego fuimos a la playa, fue un lindo día hasta que la tragedia ocurrió, hasta que ocurrió lo que podría ser mis causas de insomnio, ver a Shinchiro, aquel que veía como un hermano para mí, tirado en el suelo sobre un charco de sangre, fue producto de mis pesadillas diarias.
Cuando terminó de contar la historia, sonrió.
—Gracias a que Kazutora me cubrió me libré sin tener que ir al reformatorio. Entonces esperé a que Kazutora estuviera libre.
—Muy bien, Baji. Si esa es toda la verdad, tienes una cálida bienvenida aquí. —le pasaron la chaqueta de Valhalla—. ¡Haganaki! Dale este mensaje a Mikey; a partir de hoy, el 31 de Octubre en el basurero, ahí será Valhalla versus Toman, ¡la batalla final!
Takemicchi terminó yéndose, por lo que todos en Valhalla siguieron con lo suyo, Kazutora me había invitado a beber algo, pero realmente yo no tenía ganas de nada, quería curar la maldita herida de mi brazo que ardía como los mil demonios. Keisuke me miró y no tardó en hacerme una señal para seguirlo, así que tomé mi mochila y caminé tras de él bajo la atenta mirada de Hanma.
Cuando estuvimos lo suficientemente lejos del refugio de Valhalla, me detuve unos pasos tras de Baji, él aún me daba la espalda.
—Yo tengo mis motivos para estar en Valhalla, ¿y tú?
—También. —le dije mientras me ponía en cuclillas y buscaba en mi mochila un suero, algodón y una venda, ya que siempre andaba con esas cosas por si acaso. Baji se acercó a mí y me ayudó a limpiar mi herida, cerré mis ojos aguantando el ardor.
—Valhalla no es nada comparado con la Toman, Amaya.
—Lo sé, sin embargo, ¿cómo es que ese sujeto sabe que soy parte de la Toman?
—Hanma lo sabe todo, además ese día en la pelea del 3 de Agosto, te vio sin el uniforme, quizás sacó sus deducciones al ver lo buena que eres peleando. —lo miré, él estaba concentrado en poner la venda en mi brazo—. Y tú tonta, dijiste "vengo unirme a Valhalla".
—Ah, claro. Bueno, supongo que ya no tengo porqué seguir escondiendo mi identidad. —suspiré—. Me ahogaba con la mascarilla.
Él sonrió—. Le diste unos buenos golpes a Kisaki ayer.
—Se lo merecía, no sé en qué demonios está pensando Mikey en unirlo a Toman, y para peor como un líder, sin embargo, no me agrada para nada. —hice una mueca y agradecí cuando Baji terminó—. Kisaki no me da buenas vibras, Baji.
—¿También lo notas? Eso es bueno.
—Debiste contestar mis llamadas, Baji. —me puse de pie colocándome la chaqueta—. Me tenías preocupada.
—Perdón, ¿si? —su mirada se tranquilizó.
Asentí y comenzamos a caminar hacia algún lugar de comida rápida, ya que mi amigo dijo que tenía hambre y no quería que incendiera un auto. Pedí solo una malteada y Baji pidió un menú entero. Apoyé mi mentón en mi mano y miré por la ventana del segundo piso, los autos pasaban y pasaban así como las personas también.
—Baji.
—¿Uh? —pude sentir su mirada sobre mí.
—Me emocionaba pelear como miembro de la Toman contra Valhalla, no al revés. —solté una pequeña risa—. Quizás la cagué al propinarle un golpe a Kisaki, pero no me arrepiento, ¿sabes? Sé que es un tipo peligroso —dije recordando lo que Takemicchi me contó—, y debemos acabar con él para que no haya ningún problema en un futuro, sino, todos terminaremos siendo soldados de Kisaki.
—Descuida, el 31 será nuestra hora de brillar.
Le sonreí—. Supongo. Y come bien.
Él bufó y siguió comiendo de manera moderada. Cuando llegó el tiempo de irnos, cada uno tomó su propio camino, la lluvia no tardó en caer y tuve que correr a casa antes de terminar más mojada de lo que estaba. Al llegar, Nana estaba preparando la cena.
—¡Dios mío, Amaya-sama, vaya a cambiarse!
—Hola para ti también, Nana. —me quité las zapatillas—. Y deja de decirme "sama".
—Señorita, sus padres le dejaron una carta.
—¿Uh? —me acerqué al mesón en donde había un delicado sobre—. ¿No te dijeron de qué trata?
—Simplemente me dijeron "que lo lea en privado".
—Lo leeré cuando termine de hacer mis cosas. —tomé la carta y subí a mi habitación.
Entré al baño y lavé mis manos para hacer mis necesidades básicas. Me di una ducha intentando no tocar la venda y luego salí para cambiarme a mi lindo pijama de polar que solo utilizaba cuando era invierno o habían días lluviosos. Me senté en mi cama y tomé la carta que dejé anteriormente sobre ésta. La abrí y comencé a leerla detenidamente.
"Amaya, sabes que pasamos de viaje por temas de negocios, pero esta vez vamos a viajar a Filipinas para ver a tu abuela materna; está mal de salud. Le detectaron un cáncer de mama avanzado y las posibilidades de muerte son altas, no quiso realizar la quimioterapia, ya que dice que está vieja y ya cumplió con su propósito de vida. Ella de verdad deseaba verte, y lamentamos no avisarte con anterioridad, pero nos llegó la noticia de imprevisto. Cualquier cosa, atenta a tu celular, ¿si? Recuerda estudiar duro y no desviarte del camino. Se despide, papá".
Limpié mis lágrimas con furia y tiré la carta a la basura. Maldición, ¿acaso sólo iba a tener malas noticias? Mi abuela materna vivió conmigo hasta que yo tuve doce años, porque le dio la tonta idea de irse a vivir a un país con mucho sol, ya que según ella necesitaba un cambio de clima. Ella, aun siendo la mamá de la mía, nunca me impuso algo, siempre me dijo que siguiera mis sueños, algo así como el abuelo de Mikey. Enterarme de que tenía un cáncer terminal simplemente me dejaba por los suelos, pero lo peor es no poder verla una última vez.
Joder, me terminé quedando dormida llorando.
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Always with U || Sano Manjiro
Fanfiction"Me quedaré a tu lado hasta que sobrevivas con la esperanza de que florezcas". Winter Flower, Younha, RM. -Historia 100% mía. -Todos los personajes no me pertenecen, a excepción de la protagonista y su familia. Créditos a Wakui Ken. -No se permite c...