Always with U || Sano Manjiro

Capítulo 50

Estornudé mientras Mikey secaba mi cabello con el secador de pelo. Los otros chicos estaban en cualquier parte de mi casa, pues los que nunca antes habían venido estaban más que fascinados. Cuando Mikey terminó, se sentó enfrente de mí tomando mis manos. Él vestía con un buzo mío que me quedaba grande y una sudadera que también era mía. Pues amaba la ropa ancha y la usaba casi siempre.

—¿Qué tienes en mente? —me preguntó.

—¿Uh?

—Ahora que ya no irás a Filipinas, ¿Qué tienes planeado hacer?

—Bueno, obviamente que entrar a la carrera de ilustración. —sonreí.

—Vas a vivir conmigo, ¿No? El abuelo me lo contó.

—Así parece. —suspiré—. Voy a vender esta casa, así que voy a hablar con una corredora. Bienvenida vida de adulta sin ser adulta. —suspiré.

—Te admiro.

—¿Por qué? —fruncí levemente el ceño.

—Porque eres capaz de soltar y seguir adelante. —me respondió sin dejar de mirarme.

Eso no es cierto.

—Supongo.

Me coloqué la tobillera y sonreí.

—Me queda bien, te lo agradezco de nuevo. Yo... no tengo nada para ti, soy pésima.

—Tranquila, con tenerte a mi lado me basta. —se inclinó para darme un beso pequeño beso.

—Gracias, de verdad. Ahora vamos abajo.

—Bueno~.

Cuando bajamos, algunos chicos estaban viendo películas y otros estaban jugando con algunas máquinas del arcade. Me gustaba verlos feliz después de toda la mierda.

—Tengo hambre.

—Yo pensé que habían traído comida. —miré a Emma con el ceño fruncido. Smiley me pegó en la frente diciéndome "no hagas eso, te pondrás vieja".

—Se nos olvidó de la emoción de venir a tu casa. —dijo Chifuyu.

—Dios mío. Bien, entonces dejen llamar a una pizzería. —entre cerré mis ojos mientras contaba a cada uno de ellos—. Falta Akkun y Yamagishi, seguramente deben estar abajo.

—¿Abajo? —Hina preguntó.

—En el sótano donde hay algunas cosas que mis padres dejaron ahí cuando eran jóvenes. —les expliqué mientras marcaba—. Como el cuaderno de dibujos de papá y la ropa que mamá confeccionaba.

Sí, ellos también tenían una pasión similar a la de mi hermana y a la mía. Nunca supe por qué la dejaron. Suponía que eso era algo que tendría que conversar el día que vaya a verlos.

—¿En serio? ¿Puedo ir a echar un vistazo? —Mitsuya lucía emocionado.

—Claro. Si hay una prenda que te gusta, puedes llevártela, con esa tela puedes hacer maravillas. —me contestaron—. Buenas tardes...

Luego de pedir doce cajas de pizza tamaño familiar y otras cosas que los chicos también querían, corté la llamada, pero antes de volver a la sala de estar, Ken apareció frente a mí.

—¿Podemos hablar un momento?

—Claro.

Lo guié al patio, en donde no había nadie así podríamos conversar con tranquilidad. Tomé asiento en una silla de playa y Draken me imitó.

—Todo lo que salió de la boca de Kisaki fue para no creérselo. Nadie sabía que ya lo conocías y creo entender porque ese día en la reunión donde lo presentamos como el capitán de la tercera división tú lo golpeaste. Así como ahora entiendo porqué Takemicchi también le pegó.