Capítulo 20

1.4K 175 36
                                    

Detuve la moto enfrente de la casa de Mitsuya, toqué un par de veces hasta que sus hermanitas me abrieron.

—¡Ama-chan!

—Hola, pequeñas. —sonreí y miré a Mitsuya—. Hola.

—Hey, ¿necesitas algo? —hice una mueca ante su tono de voz.

—No realmente, vine a dejarte este regalo. —le tendí la bolsa y él la tomó—. ¿Podemos hablar un momento?

—Mana, Luna, vayan adentro un momento.

—¡Pero Ama-chan nos iba a llevar al parque!

—Otro día será, ahora entren.

Mitsuya juntó la puerta y se cruzó de brazos.

—No quiero que estés enojado conmigo.

—No lo estoy, Ama-chan, en verdad. —suspiró—. Es sólo que debiste parar ese día, no golpearlo de tal modo.

—No confío en ese sujeto.

—¿Por eso te uniste a Valhalla?

—Tengo mis razones.

—Amaya, escucha, pocos de la Toman te toman como traidora, porque a todos les pareció raro ese cambio tan extraño que tuviste. Y respecto a lo que Kisaki dijo, nadie cree que seas una infiltrada de la policía, así que quédate tranquila con eso.

—Entiendo.

—Gracias por el obsequio.

—No es nada. —subí a la moto—. Hay un regalo para las niñas también, así que espero que les guste.

Encendí el motor y me fui a la escuela de Takemicchi, ya que quería conversar con él un rato. Hoy no había ido al colegio porque no tenía ganas, así que fingí estar resfriada. Esperé a que diera la hora de salida y cuando vi su distintiva cabellera rubia, moví mi mano llamando su atención.

—¡Takemicchi! —grité. Él miró a mi dirección y se despidió de sus amigos para venir hacia mí.

—Maya-chan, ¿qué haces aquí?

—¿Qué crees? Vine a buscarte, ven vamos, quiero enseñarte un lugar.

—¡Maya-chan, hola! —me saludó Hina.

—¡Hola! Oye, ¿no hay problema en que tu novio me tome de la cintura mientras lo llevo a un sitio?

Ella negó—. Nop, no hay problema.

—Bien, quería preguntar porque he conocido novias psicópatas y muy celosas. —me quejé—. Los celos en exceso no son buenos, ¡muy bien, arriba Takemicchi!

Subí esperando a que Takemicchi también lo hiciera.

—Tengan cuidado, ¿si?

—Claro, bye-bye.

Me puse en marcha y cuando ingresamos a la carretera aumenté más la velocidad haciendo rugir el motor. El viento movía algunos mechones de mi cabello haciéndome sonreír. Cuando llegamos al sitio, apagué el motor y Takemicchi se bajó para luego ayudarme.

—Taran. —le dije mientras estiraba mis brazos en dirección al lago que estaba al lado de un parque de diversiones.

—Wow, esto es muy bonito.

—¿Cierto?

Me apoyé en el barandal y miré mi reflejo en el agua—. Solía venir aquí con mi abuela a conversar de la vida.

—Oh... ¿ella...?

—No, pero pronto. —suspiré y me di la vuelta para apoyar mi espalda en los barrotes y posar mi mirada al cielo—. Tiene cáncer terminal.

Always with U || Sano ManjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora