15. ¿Alianza o Amistad?

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Chloé, Sabrina, Iván y Max ya estaban en el salón igual que Nathaniel, cuando Félix y Marinette habían entrado. Adrien y Alix llegaron justo después, y no pasó mucho tiempo para que el resto se uniera.

Alya tardó apenas un minuto en subir hasta Marinette, con Lila un poco más atrás con una sonrisa maliciosa bien escondida. Todos sus compañeros se volvieron en su dirección o se levantaron para arremolinarse cuando la criolla empezó a preguntarle (exigirle si le preguntan a Félix o a Nathaniel) sobre su repentina 'huida' el día de ayer.

—Alya, por favor, baja el volumen. La cabeza me está matando —Marinette no estaba mintiendo, cuando Félix le dijo sobre el intento de Lila de hacerla quedar mal, las sienes le empezaron a palpitar.

¿Tal vez estaba tomando demasiado café con chocolate?

Nah, eso es elixir de la vida.

Alya retrocedió un poco ante sus palabras, y la mayoría de sus compañeros le puso más atención —espera, entonces ¿Estabas enferma? ¿Por eso te fuiste ayer?

Lila dejó escapar una mueca fugaz cuando todos empezaron a mostrar preocupación por la pelinegra.

Marinette suspiró —yo no diría enferma, pero sí me sentía realmente mal —ella odiaba mentir, lo hacía suficiente siendo Ladybug. Mentir más allá de lo estrictamente necesario para salvaguardar su doble vida la hacía sentir que no era mejor que Lila y odiaba profundamente ese pensamiento —sentí que estaba tocando fondo en ese momento y solo podía pensar en volver a casa —jugó con expresiones genéricas de malestar para no dar detalles —tras entrar a mi habitación, prácticamente me desmayé en mi cama.

Adrien reconoció su explicación esquiva por lo que era, sabiendo que ella no querría mencionar el akuma. Al menos, le alivió un poco la confirmación de que ella había dormido algo después de que él Chat Noir la dejó en su cama.

—La próxima vez, dinos para llevarte a la enfermería —sugirió suavemente Rose, a lo que Juleka asintió.

—Sí, chica. Un día de estos le darás un ataque cardíaco a alguien —bromeó Alya, palmeándole suavemente la espalda —y ¿Tiene algo que ver con el cambio de look?

—Oh ¿Sí? Realmente luces hermosa, Marinette —ofreció Mylene.

—Adoro tu blusa —Rose, por supuesto, amaría cualquier cosa rosada.

—La chaqueta está cool —añadió Juleka.

Marinette tarareó en respuesta —eh, pensé que una tarde de descanso, un baño caliente y probar un atuendo diferente me despejaría la cabeza... Les avisaré si funciona —bromeó antes de hundir la cabeza contra el escritorio cuando todos empezaron a reír y dispersarse.

—Un poco nerviosa, pero parece que lo hiciste bien —Marinette escuchó cerca de su oído, poniéndole la piel de gallina. Sin embargo, no se movió más que para ladear la cabeza hacia el rubio.

—Eso es porque les dije la verdad —murmuró, ganándose una ceja levantada —simplemente lo dije lo suficientemente vago y ellos no exigieron detalles —suspiró —afortunadamente, porque soy mala mintiendo. Y cuando estoy nerviosa, tiendo a desvariar o hablar de más.

Recordando, lo que Marc llamó 'sus pensamientos catastróficos' ayer de camino al parque, Félix supuso que era cierto y dejó el tema, acomodándose en su lugar cuando la profesora entró en el salón dando los buenos días.

~∆~

Tenían una hora de estudios justo antes del almuerzo.

Algunos estudiantes lo utilizaban para adelantar los deberes, otros fingían leer un libro para cubrir una historieta o el celular.
Algunos, como Félix, realmente leían. Otros, como Marinette, tomaban una siesta.

Un baile para El Día de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora