26. Un gatito en la noche

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Pensé que no llegaría a subir este capítulo hoy n-nU
Estoy muerta de cansancio, me pesan los parpados, pero seguro que apenas suba esto y me meta en la cama se me escapa en sueño, porque el insomnio es una perra absoluta.

Bueno, disfruten el cap.

~∆~

La tarde del viernes, Marinette reflexionó distraídamente mientras trabajaba en la chaqueta de Jagged, más tarde ese mismo día, no había ido tan mal cómo había esperado en la escuela.

Después de que Luka la había recogido para ir al barco, habían pasado el rato escuchando música, jugando a adivinar canciones de sus artistas favoritos, Marinette incluso se ofreció a ayudar con la cena, a pesar de que no podía quedarse hasta la hora de comer. Ambos se habían divertido, bromeando y jugueteando mientras cocinaban, y el pecho de Marinette acabó por sentirse mucho más ligero que en toda la semana.

Incluso había diseñado un nuevo atuendo completo mientras Luka tocaba su guitarra. Le daba pena no poder enseñárselo -pues estaba basado en Viperion-, pero le agradeció por inspirarla. Tal vez podría darle vida cuando se desocupara de sus encargos.

Agradeció a Luka con un abrazo cuando este la dejó en la panadería alrededor de las cinco y media.
Luka la tomó de las manos y la miró a los ojos, diciéndole que nunca dudara en escribirle o llamarlo, sin importar si solo quería pasar el rato o se sentía triste. Le recordó que ella era importante para él y le aseguró que la vería el domingo para el picnic, sin falta.

Ella había subido a su habitación para organizar sus libros y hacer un conteo de cuántos deberes tenía por realizar antes de bajar y pasar un poco de tiempo con sus padres alrededor de la cena. Platicaron sobre las comisiones de Marinette y tuvieron un pequeño torneo de Ultimate Mecha Strike III antes de que Marinette se retirara a su habitación, de vuelta al trabajo.

Algunos kwamis revoloteaban alrededor de ella y sus creaciones, cuidando no estorbar pero admirando y comentando sobre el proceso creativo de Marinette.
Ella nunca había tenido a nadie más que Tikki para platicar a través de su trabajo, pero fue agradable y productivo tener algunos comentarios extra de parte de las pequeñas deidades.

Todo estaba bastante tranquilo, hasta que un suave golpe se sintió el techo sobre su cabeza. Fue tan débil, que si no fuera paranoica por ser Ladybug y la guardiana, Marinette probablemente lo habría pasado por alto.

Pero ella lo notó, y les hizo señas a los kwamis para guardar silencio.
Las pequeñas deidades siguieron su mirada hasta el techo y se agruparon cerca de ella.

El golpe se convirtió en pasos sigilosos y un segundo golpe, esta vez en su balcón.

Marinette casi sintió que se desmayaba o que iba a tener un ataque al corazón cuando se dio cuenta que su trampilla no estaba asegurada, y una cabeza rubia con orejas negras se asomó después de un pequeño tirón.
Marinette les hizo gestos desesperados a los kwamis, que se habían posicionado a su espalda casi en su mayoría. Tikki los espantó hacia la caja mientras ella misma desaparecía hacia el escritorio de Marinette.

—Buenas noches, prrrrrincesa ¿Se puede? —ante su pregunta, Marinette volvió su vista al techo -después de haberse asegurado que los kwamis se escondieran- y se dio cuenta que el chico solo había asomado las orejas.

Al menos tiene un poco de decencia. Se burló mentalmente.

—Sí, Chat. Estoy visible —le respondió, con cierto punto de crudeza en la voz.

El chico se inclinó un poco más dentro, dándole una mirada apenada — ¿Debí preguntar antes de abrir, verdad? —le dio una mirada de disculpa —lo siento. No volverá a pasar.

Un baile para El Día de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora