—Yo soy Ladybug.
Luka se congeló. Fue solo un instante. Al siguiente, estaba abrazando a Marinette, con su corazón en la mano. Y ella no abrazó como a un salvavidas en medio de un mar tormentoso.
~∆~
Cuando Luka abrió los ojos, después de unos segundos. Sass fue lo primero que entró en su visión, junto con, quien solo podría ser el kwami de Ladybug.
El kwami de Marinette.
También vio asomos de otros kwamis alrededor de la habitación.
No hizo ninguna pregunta. Solo la abrazó.
— ¿Lo entiendes ahora? Yo no puedo equivocarme. Ladybug no puede caer —Marinette murmuró, su voz un poco ahogada contra el pecho de Luka.
Lo que el músico escuchó fue un mantra arraigado. Algo que ella se había repetido tantas veces, una meta autoimpuesta. Una muy poco realista, en eso. Prácticamente imposible.
Porque ella seguía siendo solo una humana. Una niña herida, en realidad.
Estaba reflexionando eso cuando un peso ligero se posó en su hombro.
—Es bueno verte de nuevo, Luka —murmuró Sass suavemente, deslizando su cola por el hombro de su portador.
—También es bueno verte, Sass —él correspondió, sin descuidar el movimiento de su mano en la espalda de Marinette —lástima que nunca sea en las mejores situaciones.
La serpiente siseó en un sonido inconforme —pero siempre es en las situaciones necesarias —corrigió, mirando el cabello oscuro de su guardiana antes de levantar la mirada con ojos un poco más duros. Luka siguió la mirada de su kwami para encontrar a su compañera roja moteada, flotaba hacia ellos despacio, con una mirada cautelosa en sus ojos ligeramente caídos —Tikki.
Eso hizo que Marinette reaccionara — ¿Tikki? —ella levantó la cabeza, casi soltando el abrazo. Tenía los ojos hinchados y el rostro levemente enrojecido. Luka pensó que aún así se veía adorable —Tikki ¡Lo siento! Sé que no debí-
—No, Marinette —la kwami roja interrumpió, luciendo triste —esto es... ha sido demasiado para ti, desde hace un tiempo. Lo siento si parecía indolente contigo, pero no quiero que esto quiebre tu voluntad —Tikki se movió para abrazar la mejilla de su dueña como clara disculpa —no quiero perderte.
Marinette, en respuesta, llevó de sus manos a su kwami, correspondiendo su abrazo al acunarla contra su mejilla.
Sass sonrió de lado, intercambiando miradas con Luka.
~∆~
Marc lideró el camino a su habitación, después de que él y Nathaniel saludaran a su madre y le aseguraran que se habían mantenido escondidos durante el ataque de los supervillanos de hace un rato -y darle las rosas de manzana que Marinette había enviado-.
El pelinegro se había sorprendido un poco cuando Nathaniel había preguntado si podía quedarse un rato con él, pero obviamente había accedido.Nathaniel se sentó en la silla del escritorio del pelinegro y Marc se dirigió a su cama, tomando un almohadón con forma de estrella y diseño de arcoíris, solo para tener algo en qué ocupar sus manos.
— ¿Estás seguro de que estás bien, Nath? —Marc preguntó de nuevo, con evidente preocupación.
Había abordado a Nathaniel en cuánto regresó al parque, preguntando qué había sucedido cuando se separaron y si había podido mantenerse lejos de los akumas o lo habían afectado.
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Un baile para El Día de los Héroes
FanfictionFélix Graham de Vanily tiene una cosa en la parte superior de su lista, en grande, negrilla y resaltado: Conseguir el segundo anillo gemelo de manos de su tío. Casualmente, su madre acepta un trabajo en París y es transferido a la clase de su primo...