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Unos minutos más tarde, la noche encontró al superhéroe felino y a la franco-china envueltos en mantas y con tazas de chocolate caliente entre las manos.
La charla empezó ociosamente, hablando de los grandes eventos que se estaban preparando en la ciudad, y de uno u otro lugar interesante que Chat descubría corriendo por los tejados.—Al final ¿qué pasó con tu vestido? —el gato preguntó, empujando su hombro contra el de su amiga.
Marinette le devolvió una sonrisa brillante —finalmente lo resolví. Estoy trabajando en él y pronto estará listo.
Ella parecía tan orgullosa de sí misma por esto que el rubio no pudo menos que sonreírle de vuelta — ¿puedo verlo?
Marinette llevó un dedo a su nariz y lo empujó débilmente, haciéndole notar al chico que se había ido acercando poco a poco a su rostro, sin darse cuenta —ah, ah, Chaton —ella negó, canturreando —nadie lo verá hasta que esté listo.
— ¿Purrrr favor? —Chat reunió sus mejores ojos de gatito, parpadeando incluso, para maximizar el efecto —soy bueno guardando secretos, lo prrrrometo.
Marinette se quejó, abandonando su taza para cubrirse los ojos con un quejido que delataba su dramatismo —nooo, no los ojos del gato con botas. No es justo, Chat —movió una mano en horizontal para cubrirse ambos ojos y con la otra golpeó ciegamente a su amigo, dándole un par de veces en el hombro y fallando otras en la campana.
El chico no pudo evitar reírse de sus reacciones. Era una fortuna que ya hubiera terminado su propia taza de chocolate, porque se tiró al suelo de espaldas, 'escapando' de los manoteos aleatorios de su amiga y se largó a reír.
Sus risas rápidamente contagiaron a Marinette, quién se descubrió los ojos para sonreírle, mientras recuperaba su taza para tomar el sorbo de chocolate que le quedaba antes de que enfriara.—Supongo que tendré que esperar al gran día para verlo —el gato logró decir entre pequeñas risillas residuales, apoyándose en un codo como intento de incorporarse.
Cruzándose de brazos y mirándolo por sobre el hombro, Marinette lo descartó con un movimiento de mano que habría sido mucho más adecuado para alguien como Audry Bourgeois —supongo que podría tomar una foto para la próxima vez que me visites —mencionó, como si no fuera la gran cosa.
Alimentado por la chica que le seguía la corriente a sus bromas con una facilidad impresionante, Chat se reorientar en una posición felina, avanzando de nuevo hacia la oji-azul como si la estuviera acechando — ¿y puedo quedarme con la foto? No es mala idea ¡aunque tengo una mejor! —no le dio tiempo a ella de contestar, ni hacer otra cosa que mirarlo de forma inquisitiva... al menos, hasta que estuvo tan cerca que sus narices estaban a solo dos centímetros. Una pequeña voz dentro de él reclamó que el juego se le estaba yendo de las manos, pero la mayor parte de él solo quería seguir jugando con Marinette —podría hacer una aparición estelar en ese baile tuyo. No le negarías una pieza a tu héroe favorito ¿verdad, ma petit souris? —prácticamente estaba ronroneando al final de su pregunta, y la sonrisa traviesa que se apoderó de sus labios era imposible de poner bajo control, especialmente cuando los ojos azules de su amiga parpadearon hacia él, aturdidos, como si fuera una hermosa cierva atrapada frente a los faros.
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Un baile para El Día de los Héroes
FanfictionFélix Graham de Vanily tiene una cosa en la parte superior de su lista, en grande, negrilla y resaltado: Conseguir el segundo anillo gemelo de manos de su tío. Casualmente, su madre acepta un trabajo en París y es transferido a la clase de su primo...