El almuerzo fue un momento ciertamente agradable y relajante.
Félix consiguió que Marinette hablara sobre los acuerdos que habían conseguido con diferentes empresas que aportarían equipo para el festival. Pero luego, Marinette preguntó por sus planes sobre el cumpleaños de su madre la siguiente semana.
Félix hizo una mueca —el año pasado no hicimos nada. Aún estábamos tratando de sobrellevar el duelo —añadió como un murmullo, desviando la mirada casi casualmente.
Pero Marinette detectó el rastro de dolor en su voz y, haciendo eco de las acciones de Félix, tomó su mano y la apretó suavemente con afecto.
En silencio, Félix giró su palma y atrapó la mano de Marinette con la suya, tal cómo ella había hecho días antes, en la escuela.
Está vez, no hubo pulsos acelerados, ni miradas curiosas, pero había familiaridad en el acto, como si fuera algo suyo... solo de ellos dos.
—Así que estaba pensando prepararle el desayuno, tocar algo para ella —hizo una pausa reflexiva antes de contener un suspiro —seguramente estará feliz si Adrien viene y me acompaña en eso... y luego pensaba tener una reservación para almorzar fuera.
Marinette asintió lentamente, sin poder evitar una pregunta — ¿Tocas un instrumento?
Félix afirmó, acariciando su muñeca con el pulgar inconscientemente —el piano, principalmente, y también el corno inglés.
La diseñadora ladeó la cabeza — ¿Eso es similar a una flauta, no?
—Más parecido a un oboe, pero tienes la idea correcta —confirmó.
Marinette tarareó en respuesta, dándole una pequeña sonrisa —eso es impresionante.
Félix correspondió con una mirada suave. Su pecho se infló un poco, subconscientemente contento de que Marinette estuviera impresionada incluso con sus más pequeñas e intrascendentes habilidades.
Poco después de terminar su comida, la camarera con peinado de Rena Rouge regresó y les preguntó si deseaban alguna otra cosa.
Marinette vio su oportunidad y la aprovechó. Preguntó por los velos en el techo y, después de una mirada extrañada, la chica le explicó amablemente que los puntos de luz era unas pequeñas pelotitas con luces LED, tenían bases metálicas, por lo que usaban pequeños imanes, ocultos entre los pliegues de tela, para distribuir las luces de manera uniforme.
—Los cambiamos según la temática que usemos, por ejemplo, añadiremos algunos negros y púrpuras para el próximo mes, en la temática de Halloween —continuó explicando la joven rubia, con una sonrisa, luego de que Marinette halagara la creatividad de los detalles —tambien tenemos 'reservas especiales' para los cumpleaños o celebraciones de parejas, por si están interesados —añadió, con una pizca de coquetería y guiñándoles un ojo.
A Marinette se le calentaron las mejillas cuando entendió la insinuación. Se irguió levemente, aunque Félix no soltó su mano, ella no fue capaz de verlo a la cara mientras la camarera continuaba explicando el trato único que se les daba a los que reservaban para ocasiones especiales.
—En fin, ¿Puedo ofrecerles algo más o desean la cuenta? —continuó amablemente.
Marinette no respondió, aún avergonzada de que la camarera los hubiera confundido con una pareja.
Félix, a su lado, tarareó brevemente, comprobando rápidamente la hora.
— ¿Quieres un postre, Nette?
La pregunta fue hecha tan casualmente, junto con el primer uso de ese apodo, que Marinette no podía creerle. Incluso levantó finalmente la cabeza, solo para mirarlo con incredulidad. ¿La chica acababa de insinuar, erróneamente, que eran novios, y Félix en lugar de negarlo actuaba como si nada?... De hecho, podría sonar como si realmente estuvieran en una cita.
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Un baile para El Día de los Héroes
FanfictionFélix Graham de Vanily tiene una cosa en la parte superior de su lista, en grande, negrilla y resaltado: Conseguir el segundo anillo gemelo de manos de su tío. Casualmente, su madre acepta un trabajo en París y es transferido a la clase de su primo...