CAPÍTULO XXVII

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Las luces del restaurante me recibieron en cuanto me bajé del auto. Al entrar, divisé a Olivia en una de las mesas tecleando su celular. Me acerqué a la mesa y ella me recibió con un abrazo cálido y una sonrisa.

-¿Me esperas hace mucho?

-Oh, no. No mucho- me senté frente a ella. Un mesero se acercó a tomar nuestra orden, en ella uno de los platos que Kamille me preparó dias atras relucia, de hecho, era la especialidad de la casa. Y aunque me sedujo, no quería repetirlo con Olivia. Ahora era un plato especial para mi.

-Cuéntame como estás, ¿Qué tal tus dias ahora que no estas en la editorial?- habló cuando el joven se marchó con las cartas.

-Bien. Ocupo mi tiempo ayudando en la cafetería de mi padre, a veces escribo o leo de vez en cuando- Y me la paso con Kamille, claro.

-Te ves diferente, hermosa, claro. Pero diferente- frunci el ceño.

-Esta sjugando conmigo- rió negando con la cabeza.

-No, en serio. Un poco más... suelta y alegre. Sé que la muerte de Adrien fue duro para ti, me alegra que te estes recuperando. Ustedes eran muy unidos y estoy segura que te acompañará siempre.

-Gracias. Y si, Sé que Adrien estara conmigo siempre, aunque no fisicamente- suspiré y ella asintió.

-¿Y la investigación? ¿Alguna nueva pista del culpable?- negué.

-No aún- asintió y mientras el mesero dejaba la comida en la mesa divisé en su espalda una imagen extraña de acuerdo al contexto. Una melena rubia que reconocía y una fuerte mirada recorría la mesa con insistencia hasta que chocó con la mía y volvió la vista café a la carta que, sabía, sólo fingía leer. Kamille estaba en el restaurante, y si no me equivocaba, estaba vigilandome.

-Ey- Olivia movió sus dedos frente a mi.

-¿Qué pasa? Cuéntame.

-Te preguntaba por tu libro. El proceso ¿Cómo va todo?

-Oh, bien, bien. La semana que viene iré a verificar la creación de la portada- volví mi vista hacia Kamille, que me miraba y aprovechando que mis gestos eran claros para ella, la regañe. Se encogió de hombros y volvió su vista a Scarlett.

Era increíble como entendía hasta el más mínimo detalles en mi mirada.

-¿Y no me adelantas nada?

-No puedo, lo siento- sonreí- Pero cuentame tú, ¿Qué tal? ¿Cómo estas?- Kamille frunció el ceño desde su mesa y la miré mal. La vi bufar y fruncir sus labios.

-Bueno, debo contar que...

-¿Me dejas ir al baño y seguimos charlando?

-Claro, adelante- le sonrei y me levanté haciendo una seña a mi jefa para que me acompañara. Entré al baño y segundos despues, entro ella.

-Estás preciosa esta noche, ange- me giré hacia ella.

-¿Qué se supone que haces tú aquí?- caminó hasta mi.

-Estoy cenando, con mi amiga Scarlett.

-Casualmente donde yo lo hago con mi amiga Olivia. Que terrible coincidencia- me crucé de brazos.

-¿Por qué estas molesta?- ella me tocó el brazo, pero alejé- Verónica, yo sólo...

-No, no intentes justificar esto. Tú no necesitabas una jardinera y yo no necesito ningun guardaespaldas- me apoyé en el lavamanos.

-¿Tanto te molesta que esté aqui? ¿Que me preocupe por ti?

-¡Es que no tienes por qué! No tienes porque preocuparte. Yo estoy bien, estoy cenando con una amiga. Eso no debe representar ningún riesgo para ti, no lo es- la vi suspirar y desviar la mirada.

DE CAFÉ A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora