CAPÍTULO XLIX

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THE QUEEN IS BACK, BITCHEEEESSSS!!!!!
Bienvenides de nuevo, y gocen!!!!

***

Dejé las flores en la tumba de Alonso después de limpiarla y eliminar las marchitas. Me senté en el suelo y rogué en silencio que todo con Kamille se resolviera. El asunto ya llevaba dos días. Avces pensaba lo horrible que era para Kamille estar encerrada allí tanto tiempo. Le preguntaba a Paula y me decí aque Scarlett y Alexandre estaban solucionandolo, pero no había ningun avance. La editorial cometió un fraude, por que tenía entendido robando creditos y estafando otras editoriales para conseguir un mejor ranking, era un asunto bastante grave y según Paula, Kamille probalmente estuviese encerrada varios meses.
No quería que eso pasara, lo último que le desaría a Kamille sería el mal. Quería que fuese libre, que estuviese siendo una jefa estricta y maldita pero libre, sin problemas legales ni nada turbio que resolver. Sabía que Kamille era inocente, pero por ser la jefa de la editorial los cargos pasarían a ella. Kamille debía resolverlo. Me levanté y salí del cementerio dejando en manos de Adrien y mi hermano, los hombres que mas amamos ella y yo, la situación de Kamille y que esta pronto se resolviera. En la entrada me encontré con el auto de Isabella, que sacaba unas flores de su auto. Su mirada se dirigió a mi y sonrió. Mentiiría si no digo que tenía una preciosa sonrisa.

-Verónica, que placer verte de nuevo- me tendió la mano y la estreché.

-Lo mismo digo.

-Casualmente te conocí hace unas semanas aqui, ¿a quien visitas?

-A mi hermano- asintió.

-Lo siento, mis condolencias- asentí- Yo por mi parte, visito a mi abuela. Se que no preguntaste- sonreí.

-Iba a hacerlo.

-¿Y por qué? ¿Acaso te intereso?- levantó una ceja. No sabía como lo hacía, pero Isabella siempre encontraba la manera de usar cualquier cosa dicha a su favor y de forma insinuante. Vaya talento.

-¿Por que preguntaste tú?- me crucé de brazos.

-Porque tú a mi si me interesas- el hecho de que fuese tan directa me hacía sentir intimidada por la claridad y fuerza de sus palabras.

-Sorpresivo- ladee la cabeza.

-No te has fijado bien en como te miro si así es- dio un paso hacia mi, quedando muy cerca. Miré sus ojos. ¿Por qué tenían que ser cafés? ¿Por qué tenian que parecerse tanto a los de ella? ¿Por qué tenía que ser rubia? No podía mirarla sin verla a ella. No podía vera nadie más sin recordar a Kamille porque se metió en mis venas, después de ella yo jamás sería la misma.

-Tengo que irme- sonrió.

-Que te vaya bien- susurró cerca de mi y esquivé su cuerpo. Sentí su brazo detenerme en un movmiento bastante rápido que me sorprendió, si mebargo no tanto como loq ue hizo después: me besó. Me tomó del cuello y me plantó un beso que me dejó en shock, segundos después la alejé con mi brazo- perdón pero no podía resisitirme más.

-Lamento que te haya confundido algo que dije o que hice pero...

-no, no haces nada. De hecho es que cada vez me dejas más claro que no tendrás nada conmigo, y no hay nada que me guste más que los retos, Verónica- me guiñó el ojo y se fue dejandome allí confundida. Suspiré y caminé hasta mi auto aún con el sabor de la boca de Isabella en la mía. Limpié mi boca sin querer darle importancia al hecho. Casualmente, las dos últimas personas que besé no me hciieron olvidar ni borrar el sabor de la boca francesa que me volvía loca. Los besos de Kamille eran otra cosa.

Cuando llegué a casa, supe que los días  serían un poco intensos, no tendría descanso de emociones y estaba acostumbrandome a esto. Marco estaba tocando la puerta del departamento. Me bajé del auto y caminé hasta él que estaba despaldas.

DE CAFÉ A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora