DE CAFÉ A TI

CAPÍTULO XVIII

Cuando estuve frente a la casa de Kamille dude en si entrar o no. Era enorme aunque preciosa. Tenía un jardín de rosas que me hizo sonreir, pero me sentía pequeña. Me intimidaba y el entrar a la intimidad de mi jefa de esa manera me pareció agresivo. Hice el ademán de tocar el timbre pero lo evité Y apreté mi mano en un puño. Maldita sea.

El ruido estruendoso de un freno me hizo gritar y me giré con rapidez. El auto negro se detuvo frente a mi y la mirada de Kamille me analizaba a través del parabrisas. Se bajó y caminó hacia mi. Tenía un jogger gris y una camiseta de hombre, que supuse, era de Adrien. Un suspiro se me escapó y la analicé de pies acabeza. Se veía preciosa.

-¿Gonzales? ¿Qué hace aqui? Pensé que me querían robar- sacó las llaves de su bolsillo y pasó por mi lado- y ya eso sería lo unico que me faltaría- sonreí aunque su tono era totalmente serio. 

-Lo siento, quería entregarle las creaciones de hoy- levanté la carpeta y asintió.

-¿Ya las leyó?- se las tendí mientras asentia. Se quedó en silencio mirándome a mitad de la puerta- Gracias- sonreí y me di media vuelta. Sentí su mirada penetrante en mi espalda mientras bajaba las escaleras de la entrada, cuando estuve en el último escalón me gire hacia ella.

-Era de él, ¿cierto?- señalé la camiseta negra y asintió.

-Era su favorita para dormir- no supe que decir. La forma en la que Kamille amaba a Adrien me hacia sentir una nostalgia inexplicable- Estaba en su departamento y bueno quise traer algunas cosas.

-Su oficina

-Van a recoger todo pasado mañana, lo sé- abrazó los documentos en su pecho- iré a buscar sus cosas.

-Entiendo.

-¿Puedo pedirle un favor?- se apoyó en la puerta y asentí- ¿Me puede hacer llegar los documentos el tiempo que falte?

-Ese es mi trabajo.

-¿Y puedo pedir un café ademas?- sonreí y asentí.

-Cuente con ello- divisé una corta sonrisa- Buenas noches.

-Bonsoir, Verónica (Buenas noches, Verónica)

**

-Entonces, ¿Tu relacion con la Kamille ha mejorado?- Paula habló del otro lado y suspiré.

-Ya podemos tener una conversacion sin gritar, así que lo considero un gran avance- rió- ¿Cómo va la investigacion?

-No puedo darte esa informacion. Aún es confidencial.

-Paula, por favor.

-Lo siento, cariño. Pero es mejor organizar todo, en unos dias comunicaremos los avances, danos tiempo.

-¿Ya saben quién es?

-No, todavía no- me senté en la cama mirando a la nada- ¿Ey?

-Esta bien, entiendo.

-Trata de descansar, nos vemos despues. Te quiero.

-Te quiero, Pau.

Colgue en el telefono y me dejé caer en la cama. Me sentía confundida y fuera de orbita. Todo pasaba con demasiado rapidez y no terminaba de analizar el lugar del viaje en el que estaba en este momento. Había perdido a un par de mis mejores copilotos y eso era doloroso. Mi relación con Kamille era extraña, mi puesto en la editorial ahora era extraño, lo que estaba pasando en mi vida era aun mas extraño. Todo me perturbaba y necesitaba paz. La necesitaba con demasiado urgencia. 

Al dia sigieuiente cuando llegue a la editorial supe del homenaje que tenían preparado para Adrien. Mañana la empresa se despedía de su diseñador y yo todavía no había dejado ir a mi amigo.