CAPÍTULO LXX

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-Iremos a casa de Kamille. Debemos despedirnos de Eric- Paula asomó la cabeza por la puerta del baño.

-Oye, ¿y cuando nos iremos nosotras?- frunció el ceño.

-Mañana. Debo terminar hoy los trámites del contrato con la empresa de los Dupont- asintió y entró de nuevo al baño. Suspiré poniéndome los zapatos y sabiendo que no quería despedirme. Yo no quería irme, al menos no sin Kamille, pero ella debía quedarse. Nuestras vida debían continuar por separado.

Eric se iba a Los Angeles a visitar a Adrien. Parecía una bobada, pero su idea era presentarle su relación a su hermano, y el que lo tuviese presente de esa forma me llenaba de nostalgia. Pero me hacía muy feliz. Tenía entendido que Kamille y Eric ahora se llevaban un poco mejor. El trabajar juntos y estar enfrente de la editorial ahora solos, debido a que sus padres estaban presos, los había hecho acercar. Eso y que ahora hay un niño que exige y quiere estar siempre pegado a Eric.

-Listo- Paula salió del baño lista y tomó su celular- Vamos a la casa de la francesa- me reí y salimos juntas de la habitación- Por cierto, ¿ustedes nada?- me miró e hice una mueca negando con la cabeza.

-No sé, pero al parecer lo que pasó en París se quedará en París- me pasó el brazo por los hombros y caminamos juntas hasta la camioneta.

El tráfico en París no era del todo pesado, pero en particular hoy sentía el camino un poco más largo. Pero asumí eso a mi deseo que el tiempo se detuviera y yo me quedara aquí, con ella. Cuando llegamos a casa de Kamille, nos encontramos al auto de Eric y otro que asumí era de Alexandre, porque él salía de su auto impecable, como siempre.

-Bellas damas, hola- sonrió y nos abrió la puerta. En la sala estaba Kamille, que caminaba hacia nosotros. Posó su mirada sobre mi, pero a medida que se acercaba la dirigía hacia Alexandre.

-Eric esta en el jardín con Jeremie- nos avisó y Paula asintió, pero yo sólo caminé ignorando el hecho de que ella estaría sola con su exprometido. Su ex prometido con quien no tendría que ser juzgada por nadie. Su exprometido con el que no tendría que dar explicaciones de nada, a nadie y sería aceptada de la mejor forma. Su ex prometido con quien ella podría ser libre.

-Hola Hola- Damien fue el primero en saludarnos y luego Eric que tenía a Jeremie en su espalda.

-Hola Verónica.

-¡Española!- sonreí y Jeremie pasó a mis brazos- Hola Paula- chocó sus manos con mi amiga y ella le devolvió el gesto con una sonrisa.

-Hola, hola. ¿Que están haciendo?

-Estábamos jugando a la lucha con mi tío eric y mi tío Damien, pero son bastante tramposos- Se quejo sentándose en el césped y reí.

-Vaya que lo es- Eric me lanzó una uva y Paula corrió hasta donde estaba él para comer frutas y yo me senté con Jeremie en el suelo.

-¿Vienes a despedirte también?- me miró y lo miré suspirando.

-No, aún no. Vine a despedirme de Eric, mañana viajo yo- asintió con la mirada pegada en sus manos.- Ey, ¿no porque me vaya significa que dejaras de ser mi amigo, verdad?- negó.

-Quiero que te quedes- confesó y recostó su cuerpo en mi brazo. Me quedé callada porque no quería decirle que no lo haría, y que quien tenía el poder de hacer que me quedara era su madre, pero no quería usarlo- ¿Piensas que Alexandre será un buen papá?- lo miré y el alma se me hizo un ovillo. Tragué en seco y carraspee.

-¿Qué?

-Puede que mamá y él se vuelvan novios, entonces él será mi papá. Me cae bien, pero no veo a mamá realmente feliz. ¿Tu crees que sea un buen papá?- Kamille y él tal vez vuelvan.

DE CAFÉ A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora