CAPÍTULO X

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-Joyeux anniversaire chérie! (¡feliz cumpleaños, cariño!)- recibí a Adrien con un abrazo. Me sentía nostálgica, los cumpleaños siempre causaban eso en mi.

-¡Te aprendiste la frase! Que lindo te queda el francés- me reí- Gracias, Vero- me sonrió y asentí mientras dejaba mis lágrimas correr por mis mejillas sin que pudiese vitarlo- No llores, tonta.

-Lo siento, es que soy un poco sensible- me sonrió y rodeó mi cuerpo con sus formados brazos. El calor que Adrien emanaba era especial, protector. La forma en la que cuidaba de quien amaba lo hacía único. Lo decía por mi y por cómo sabía que cuidaba de Kamille, aunque fuese tan complicada- Te quiero, Adrien.

-Y yo a ti, bella- me limpió las lágrimas y me tomó la mano dejando su chaqueta en el sofá- ¿Lista para esta ahora y esta noche?- sonreí y asentí- Sólo te pido que mantengan la fiesta en paz con Kamille. No quiero que arruinen mi fiesta.

-Pero tengo que conquistarla, es indiscutiblemente mi alma gemela- se burló de mi.

-Me encantarpia ver a Kamille con alguien como tú, la pondrías en su lugar siempre- me guiñó el ojo.

-¡Feliz cumpleaños, Francesito!- La voz de Paula abarcó el silencio y Adrien se levantó a recibir su abrazo- te deseo toda la felicidad el mundo, te la mereces- golpeó un par de veces su espalda.

-Oye, oye. Deja de apretarme así o será el último cumplaños que celebre- todos reímos, definitivamente la fuerza de Paula era superior- Espero verte en la fiesta, ¿podrías llevar tu uniforme y hacer un show de stripteasse?

-Una stripper no es nada para un obervador gay- Paula me miró y me lanzó un beso como saludo- Pero no podré acompañarte esta vez, tengo trabajo esta noche, sin embargo puedo acompañarlos ahora. Los actos de bandalismo han aumentado, y con ello asesinatos.

Me perdí lo que continuó de la conversación. Sería divertido lo que Adrien había organizado, pero algo me decía que esta noche sería diferente e intensa, y muy buena, o eso creía, hasta que recordé que Kamille estaría en la fiesta. Confundida, me pregunté si eso me desagradaba o muy por el contrario, me emocionaba. Aún más confundida me vi cuando no supe responderme.

**

Llegamos al restaurante que Adrien reservó. Fuimos, junto con él, las últimas en llegar. Ya que todos ya estaban allí, incluida Kamille. Que traía unos pantalones negros y unos tacones del mismo color, una blusa verde con una chaqueta negra encima. ¿Kamille con chaqueta? ¿Desde cuando? Tenía lentes de sol, el aspecto que daba era muy diferente al que conocía.

Todos recibieron a Adrien con abrazos y besos. Sabía que mi compañero era apreciado por muchas personas, y sabía el porqué. Él lo merecía.

-Quería presentarte a mi novio, pero no pudo venir. En la noche lo conocerás- lo miré tomando del jugo.

-¿Nadie se preocupa por qué yo conozca al susodicho?- Paula nos miró ofendida.

-Organizaré una cena con tu novio, ¿contenta?- mi amiga sonrió. Mis mejores amigos se llevaban de maravilla, así que era feliz.

-A, ¿Tostadas o huevo? ¿Ambas?- Kamille miró a Adrien. Ya estaba sin la chaqueta.

-Ambas, por favor- mi jefa asintió y quiso marcharse, pero Adrien la tomé del brazo- Saluda a mis invitadas. Nos señaló.

-Hola.

-A Verónica ya la conoces bien- Me miró por unos segundos, recordando nuestro encuentro de la noche anterior. Esa discusión en la que me negué a todo lo que ella quiso- Y esta es Paula- la señaló.

-Un gusto- Kamille habló cortante y miré a Paula. Puede que yo no arruinara la fiesta, pero Paula tenía un carácter peor al mío.

-No es necesario que finjas, pero yo si estoy gustosa en conocerte por fin.

DE CAFÉ A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora