DE CAFÉ A TI

CAPÍTULO L

Paula al parecer sintió mi presencia, ya que se alejó de Scarlett y giró hacia mi con una cara de alarma, la misma que puso la mujer que antes ella besaba. Yo pestañee sin decir una palabra, no podía. Mi cerebro no procesaba absolutamente nada.

-Verónica- hice un movimiento con mis manos exgiendo explicaciones. No entendía nada.

-¿Ustedes dos..?

-No- respondieron al unísono.

-Solo somos amigas- me reí con burla ante el comentario de Scarlett.

-Vero, por favor- las miré y Scarlett suspiró.

-Tengo que irme- miré a Paula por unos segundos- Lo siento, de verdad- pasó por mi lado y segundos después escuché la puerta cerrarse. Miré a Paula con los brazos abiertos.

-¿Desde cuando? ¿Desde cuando tú y ella?

-Desde nunca- suspiró y se sentó en el sofá- ella y yo no... Sólo somos amigas.

-¿De las amigas que se besan?

-¡No!- se cubrió el rostro- Verónica ella y yo tenemos una química increíble, un feelling que es... lindo. Me siento cómoda con ella, pero...- suspiró- No me gusta. Ella y yo no tenemos nada.

-Eso no parecía cuando las vi- me apoyé en el sofá.

-No me gustan las mujeres, y Marco...

-Marco te lastimó, Paula.

-Pero lo quiero. Pasamos cuatro años juntos, estoy tan enamorada de él- se cubrió el rostro y me acerqué a su cuerpo, abrazándola con fuerza. Paula se aferró a mi cuerpo y la sentí sollozar- era nuestro hogar, pasamos años y momentos increíbles y yo me acabo de besar con una mujer aquí. Me siento muy mal.

-Tú no le debes nada. Él fue quien decidió terminarlo, Paula.

-Fue un error ese beso.

-¿Te gustó?- me miró alarmada y golpeó mi brazo- ¿Qué? Scarlett es atractiva, y por mi experiencia las francesas besan muy bien.

-Cállate- levantó su mano y miró al frente. Sonreí.

-Paula, besar a una mujer no es nada del otro mundo. Me sorprende porque... ¿por qué no me habías contado?

-¿Que te iba a contar? Ella y yo ¡no somos nada!

-No, pero se besaron Paula. No sé quien tomó la iniciativa pero se besaron las dos- se quejó y me reí- ¿Te gustó ese beso?

-No lo sé. Mi cabeza está hecha un lío, Verónica. Estoy saliendo de una relación larga, mi novio me dejó y creeme no quiero experimentar con nadie. Scarlett es una mujer bellísima, me ha apoyado muchísimo con el tema de Marco y el que esté en la estación nos ha acercado un poco más, pero nada más, Verónica. Ella tiene un alma libre, le gusta la fiesta, y las relaciones formales no son lo suyo. Esto no significó nada, para ninguna de las dos- No dije nada. No quería abrumarla más pero sabía que un beso así entre dos personas no era sólo por agradecimiento.

-Si quieres hablar sobre ustedes...

-No hay ustedes, Vero- me miró y suspiró- Somos amigas y esto fue sólo una confusión del momento, ambas lo tenemos claro- Asentí no muy convencida y nos levantamos a recoger sus cosas. Estuve a su lado todo el tiempo. Sobretodo cuando se quedaba mirando a algún lugar de la habitación tal vez recordando momentos que pasó con él. Reviviéndolos y torturándose.

-¿Desde cuando son amigas Scarlett y tú?- hablé mientras metía las cosas en varias cajas.

-Eso no tiene importancia ahora, estoy pensando y sufriendo por mi exnovio ¿no lo ves?