DE CAFÉ A TI

CAPÍTULO XXXIX

Me aferre al brazo de Kamille, me sentía débil, confundida, dolida. Los flashbacks de aquella noche se hicieron presentes entonces.

*Meses atrás*

-El amor de tu vida no esta en un bar borracho, Adrien- me miró con nostalgia.

-Tal vez el amor de mi vida no, pero el sexo de mi vida si- miré en su dirección. Un tipo rubio lo miraba con intensidad- ¿te molesta si..?

-Adelante, disfruta tu noche - me reí, me besó la mejilla y se marchó hacia quien sería acompañante esta noche. Negué con la cabeza y miré a la barra.

**

-Tengo que dejarte, mi cita ha llegado.

-¿Tu cita?

-En el bar cuando te fuiste con aquella chica, el rubio quiso faltarme el respeto y un príncipe y mi salvador me ayudó. Hablamos desde entonces. Quisiera contarte todo, pero tengo que irme. Te quiero- me lanzó un beso y antes de que tuviera la oportunidad de decir algo cortó la llamada.

Yo no debí dejarlo ir. Yo debí quedarme con él. Ahora, el hombre rubio con el que se fue y que le había faltado al respeto estaba frente a mí. Con una mirada oscura y perdida, haciéndome sentir inferior y temerosa.

-¿De dónde lo conoces?- negué con la cabeza y comencé a llorar aferrandome al cuerpo de Kamille que me apretó con fuerza.

-Esta bien, Ange- acarició mi espalda y Paula ordenó por el radio que el interrogatorio comenzará. Hicieron jurar  al tipo que diría la verdad y él sonrió con burla asintiendo.

-Cuéntenos que pasó esa noche, señor Hens- recostó su cuerpo despreocupado.

-Cuando lo conocí me llamó mucho la atención. Era un hombre atractivo, guapo y tan elegante. ¿Cómo resistirse? Luego lo tomé del brazo y las cosas cambiaron drásticamente. Ni siquiera supe porque o como, pero terminamos discutiendo, hasta al punto en que le tome el cuello de la camisa. En ese momento un estúpido se entrometio y se lo llevó- su mandíbula se apretó- A mi nadie me dice que no, a mi nadie me rechaza de esa forma. Muchos menos un niño rico con aires de superioridad, me trato como si no valiera nada, como si fuese inferior y no era así- frunci el ceño y quise abofetearlo. Sabía que Kamille quería hacer lo mismo, sus manos no se quedaban en un solo lugar. Estaba inquieta.

-Maldito, maldito- la escuché susurrar.

-Quería darle una lección- Kamille se alejo de mí y yo me deje caer en la silla- no quería que muriera, solo era un pequeño susto, pero debo decir que para mi no fue del todo malo saber que había muerto.

-¡Hijo de Puta!

-Kamille.

-Lo voy a matar- Kamille quiso salir pero Paula la detuvo en la puerta.

-Kamille.

-¡No! ¡En injusto! ¡Fue por un capricho nada más! ¡Adrien esta muerto por ese estúpido caprichoso!- me tomé el rostro con las manos y me solté a llorar- voy a matarlo con mis manos, con mis manos.

-Kamille, cálmate o te sacaré directo a una selda.

-Cielo- me miró y le hice una mueca. Suspiro y se acercó a mí de nuevo. Paula ordenó que continuarán con él interrogatorio.

-Antes de los hechos, ¿que ocurrió?

-Sabía que llegaría con ese estúpido que ahora era su novio. Quise hacerle lo mismo a él pero se fue al baño en el momento en que operé. No tengo remordimientos y no me arrepiento de haberlo hecho, ese niño rico pagó por haberme hecho eso y si tuviera que volver a hacerlo, lo haría.