CAPÍTULO LIV

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El puntero se quedó quieto en el computador. Era tarde y pensaba que la madrugada podría ayudarme a escribir o a comenzar algo para mi nuevo libro. Suspiré y levante la mirada al ver la figura de Olivia en la puerta del estudio.

-Oye, ¿Qué haces? ¿Por qué no estás conmigo en la cama?- se cruzó de brazos.

-Quería escribir, a veces lo hacía de madrugada. Creía que podría funcionar- suspiré.

-Pero...

-Pero al parecer tengo un bloqueo escritor, que pesadilla- golpee la mesa y y mire el techo.

-¿Quieres que te ayude a distraerte un poco?- la mire y la bata que tenía encima cayó al suelo dejandome ver su perfecta desnudez. Sonreí y levante una ceja.

-Si, definitivamente quiero que me ayudes- caminó hasta a mi y se subió en mis piernas.

-Esta bien- me beso con lentitud y llevo su mano a mi cuello. Me levante con ella en la cintura y la senté en mi escritorio.

-Tal vez, no pueda y no aguante llegar a la habitación- Olivia jadeo en mi boca cuando baje mi mano hasta su muslo, y lo apreté.
Sus ojos me enfocaron traviesos, con el deseo y las ganas en ellos. Sonreí y mis manos viajaron al máximo lugar de placer, haciendo el momento mucho más intenso y largo, y la noche, la madrugada un poco más infinita.

En la mañana cuando desperté Olivia ya no estaba en la cama. Cerré los ojos y suspiré sintiendo sus pasos en la habitación segundos después. Me gire y su imagen me recibió. Salía del baño con la toalla blanca cubriendo su cuerpo. Sonreí y me detuve en su espalda detallando los movimientos que hacía mientras buscaba su ropa interior entre los cajones.

-No hay mejor forma de despertar- se giro con rapidez hacia mi y se llevó la mano al pecho.

-Mi amor- se rio y suspiró- ¿desde hace cuanto estas despierta? Me asustaste.

-Desperté en el momento perfecto para verte- me reí y me levanté de la cama para rodear su cintura con mis brazos- Buenos días, mi amor- besé sus labios y ella sonrió, tocando mi nariz.

-Bueno días- me beso la mejilla y continuó buscando sus cosas- debo llegar temprano a la editorial hoy.

-Siempre debes llegar temprano- me reí y su sonrisa acompañando la mía se reflejo atraves del espejo.

-¿Tienes el día libre hoy?- asentí.

-Saldré de compras Con Paula, necesito un descanso- me senté en la cama y Olivia me besó para luego quitarse la toalla y cambiarse bajo mi mirada. Sonreí y me apoye en mis brazos queriendo tener una mejor vista de la preciosa mujer que ahora era mi novia.

-Espero tengas un lindo día, amor. Te mereces un día para descansar- asentí y me metí al baño mientras ella terminaba de arreglarse, para lavarme los dientes- ¿Usaras tu auto?- apareció en mi espalda en el baño.

-No, Paula vendrá por mi. Pero recogeme tú, Marco ira al centro comercial a comer con ella, y no quiero estar en una misma mesa con él

-Mi vida- Olivia se cruzó de brazos reprochandome y gire los ojos bufando- ¿ni un esfuerzo?- negué

-A veces hay que aprender a soltar todas esas cosas que nos hicieron daño en el pasado- me beso la mejilla- al menos intentarlo- suspiró y se encogió de hombros, sabía que se refería a su lucha contra los fantasmas de su pasado, y las conductas negativas que a veces Tenía. Cerré los ojos y Olivia me tomó del rostro con sus manos- Intenta al menos.

-te llamaré para que pases a buscarme- negó con la cabeza.

-No tienes remedio. Nos vemos en la tarde entonces- me besó y caminó hacia afuera del baño- Te quiero.

DE CAFÉ A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora