DE CAFÉ A TI

CAPÍTULO XXXV

Miré a Kamille desde donde estaba entregarle algunos documentos a Pierre en la tarima. Detallé cada movimiento que hizo hasta que se bajó y con la mirada buscó la mía. Cuando la encontró levantó una ceja, mirándome mal y ladeó la cabeza saliendo de la sala y cerrando la puerta tras de si. Suspiré y escuché a Pierre hablar sobre el gran lanzamiento de los libros que sería dentro de un par de semanas Me sentía mas emocionada que nerviosa, pero como fuese los nervios estaban allí.

Había estado acompañando a mi hermana con el tema de recuperación física y mental. Ainhoa asisitía al mismo psicólogo que yo e ibámos juntas, muchas veces acompañadas de Kamille que se ha involucrado mucho con el proceso y ayudarla. Y claro con el guardaespaldas.

-Esperemos que las ventas suban, nuestra confianza esta en ustedes y en lo prometedoras que lucen sus creaciones. Gracias- Los aplausos sonaron y mi mirada viajó a aquel cuadro de ese rostro familiar. Un hueco se me hizo en el pecho al pensar en Adrien y en lo orgulloso que se sentiría.

La reunión terminó y salí con los demás. Conversé con Emma mientras la sala se desocupaba y yo podía por fin ir a la oficina de Kamille.

-¿Confíamos en que seremos mejor que el equipo de Eric?- me reí.

-Confío en que seremos mejores- chocamos las manos y reí observando la entrada del lugar y a la mujer que atrajo todas las miradas con el sonido de la puerta y la firmeza de su caminar.

-Lo que tiene de severa lo tiene de hermosa ¿no es así? Que envidia- Emma se cruzó de brazos negando con la cabeza.

-¿Ya te mostraron el borrador de tu libro?- la miré de nuevo cambiando el tema y evitando hablar demasiado de lo maravillosa y fantástica que me parecía Kamille Dupont.

-Si, me fascinó. Lo veo y me pregunto como fue que hice para hacer algo así- me reí y volví a mirar a Kamille ahora marcharse de la sala, sin mirarme esta vez.

-A mi todavía no, por el incidente con Felipe y todo eso- hice movimientos con mis manos.

-¿Cómo fue que descubriste la verdad?

-Las cámaras de seguridad- hablé sin titubear pero recordando el hermoso gesto que tuvo Kamille conmigo en tratar siempre de que se me hiciese justicia. Emma asintió despidiéndose de mí después de recibir un mensaje de su novio avisando que estaba abajo. La vi desaparecer y minutos después me metí en el ascensor para ir a la oficina de Kamille. En la entrada, como siempre estaba Susana revisando la agenda y tecleando cosas en el computador. Sonrió al verme llegar.

-Hola Verónica. Kamille si esta, adelante- me rei.

-Un dia vendré a visitarte a ti.

-Bueno, no es hoy- ambas reímos y abrí la puerta de la oficina atrayendo la atencion de Kamille que estaba apoyada en el escritorio des espaldas a mi anotando algunas cosas.

-Gonzales- sonrió y volvió al papel.

-Señorita Dupont- caminé hasta ella que se giro con una sonrisa que formó un hermoso oyuelo en su mejilla.

Esta mujer me volvía loca.

-¿Que fue esa mirada alla fuera?- llegué hasta ella y me tomó del cuello besandome sin decir nada. Me apoyé en la silla que tenía a mi lado evitando caer debido a la sorpresa y a la violencia con la que me besó. Me mordió y sonrió pegada a mis labios.

-Es una mirada de jefa a escritora, Gonzales.

-¿Y este beso tambien?

-No, la señorita Dupont no se besa con sus empleados- me beso3 la mejilla y sonrei.