Caminé por toda la casa más veces que en toda mi vida junta. Las horas pasaron con lentitud y después de algunas horas comenzaba a desesperarme y pensar lo peor. Quise salir a buscarla pero no podía dejar solo a mi padre. Me sentía amarrada, atrapada, encarcelada entre opciones que no me hacían sentir para nada bien y que me alejaban de mi hermana.
Kamille me llamó a las 4 de la mañana e ignoré la llamada, porque seguía enojada, porque me molestaba el que ella quisiera controlar la información que me llegaba y aquella que no. Ella preguntaría por mi hermana y yo no sabía donde estaba, mis nervios volverían a elevarse y yo volvería a tratarla mal. Minutos después me llamó Paula.
-¿Alguna novedad?
-Encontramos a Ainhoa- me levanté de la escalera y el corazón se me aceleró.
-¿Cómo está? ¿Dónde está?
-Ven al hospital central- corté la llamada y corrí a buscar a mi padre. Salimos juntos en mi auto hacia el hospital. Me sentía ansiosa, emocionada aunque preocupada por la salud de mi hermana. Rezaba en el fondo de alma que estuviese bien.
Busqué a Paula con la mirada cuando entré y la encontré sentada con las piernas cruzadas.
-¡Paula!- se levantó y me dio un abrazo- ¿cómo está?- miró a mi padre y a mi.
-Inconsiente cuando la encontramos, pero viva. La revisan ahora- solté el aire que tenía y me dejé caer en la silla.
-¿Podemos verla?- mi padre miró a Paula.
-Todavía no- asintió y se sentó a mi lado. Paula me miró preocupada y me hizo una señal para que fuese con ella.
Me levanté y nos aleamos un poco de mi padre. No me dio buena espina la forma en la que me miró, algo malo pasaba y temía lo peor.
-¿Pasa algo?
-Sé que será difícil para ti escuchar esto, creeme fue difícil para mi saberlo- la miré confundida- Verónica Ainhoa tenía signos de violencia en su cuerpo y su ropa rota, creemos que...
-No lo digas- cerré los ojos sintiendo un mareo atacarme. No quería escucharlo, me rehusaba a que haya pasado. No a mi hermana.
-Verónica, a Ainhoa intentaron violarla y no sabemos si lo lograron- Paula me sostuvo en sus brazos evitando que cayera. Me sentí mareada, con náuseas, rabia y dolor.
-No, no, no- me solté a llorar en su hombro sintiendo tanto dolor por lo que mi hermana pudo haber pasado. Su terror, su asco, su dolor. Los pensamientos me estaban quemando por dentro, me hacían trizas.
-No es nada seguro todavía- me miró y asentí limpiando mis lágrimas- quería que lo supieras para que estuvieras lista para verla tal vez en shock, ¿esta bien?- asentí y nos sentamos juntas en silencio. Después de unos largos minutos un doctor salió a atendernos. Mi hermana estaba estable y no podíamos verla hasta que amaneciera. Le ofrecieron una cama a mi padre, debido a órdenes de Eliza y yo me quedé en la sala de espera del hospital con Paula.
-Deberías ir a descansar. Faltan horas para que amanezca- negué y ella suspiró tocando mi pierna- pensé que Kamille se quedaría.
-¿Qué?
-Después de traer a Ainhoa- la miré frunciendo el ceño- ¿No te dijo nada?
-¿Nada de que?
-Las reglas de la policía son que no se puede declarar alguien como desaparecido antes de 72 horas- asentí- se lo dije a Kamille, ella llamó a Scarlett y contrató una agencia para que se unieran a mi en busca de tu hermana. La llamaron cuando la encontraron y me dijo que te llamó pero no le respondiste, ella fue quien ordenó que la trajeran a este hospital, ¿es donde trabaja esa doctora que conoces no?- asentí y luego me cubrí el rsotro con las manos, sentí culpa. Kamille me había llamado, y yo, enojada no quise responder- ¿Pasó algo?
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DE CAFÉ A TI
RomanceUna de las cosas que más increíble me parecía de la vida, o tal vez del destino, era lo difícil y caprichosa que podía volverse. Me robaba sonrisas y me robó el motivo de ellas. Me entregaba tristeza y dolor, cuando estaba en máximo punto de felicid...