Despertar con Kamille desnuda a mi lado era de las mejores sensaciones. No abrí bien los ojos pero sentí sus piernas enredadas con las mías debajo de la sabana. Su pecho estaba en mi espalda y tenía un brazo rodeándome la cintura. La escuche suspirar y moverse un poco en la cama, pero no logre abrir los ojos. Me sentía exhausta.
-Bonjour, mon amour- sonreí y me moví un poco sin despertar. Sentí sus besos en mi espalda y rió- Buenos días- me giré y abrí uno de mis ojos para encontrarme una sonrisa en su rostro. Brillante.
-Hola- se apoyó en su brazo y me tocó la nariz.
-Despierta ya- me dio besos en el cuello haciendome cosquillas y la alejé riendo.
-¿Por que despiertas tan temprano?- se encogió de hombros.
-Los horarios aún me aparecen difíciles después de mi viaje a Francia
-Es verdad, te fuiste a Francia sin avisarme- se rio y me besó.
-Tenemos un buen dia por delante, Rencorosa- se acomodó en la cama y me sonrió. Acaricié su mejilla y supiré.
-¿Por que eres tan diferente conmigo a como eres con todos?
-Porque nadie me importa como tú- me besó la mano y se levantó de la cama con su deznudez al aire haciéndome suspirar- Para lograr tener éxito en los negocios y contratos que yo manejo la amabilidad no sirve de mucho- se puso una bata y me miró a través del espejo.
-Quiero que seas mas amable con quienes debes- se giró y me miró de frente sin entender- Trata mejor a Susana, a las secretarias. Ellas te sirven, no hacen negocios contigo así que no afecta en nada que seas amable con ellas.
-Verónica, no suelo hacer eso. La forma en como soy me ayuda a ganar respeto.
-Pero si ya todos te respetan- me levanté y caminé al baño- ¿Tienes siempre que tratar mal a los demás y rebajarlos? Eso no hará que te respeten, hará que te teman.
-Entonces será mejor así, Verónica- levantó un poco la voz y la miré mal. Entré al baño y cerré de un portazo el baño. Kamille la abrió segundos después y me miró enojada- ¿Cómo es que después de una noche como esa tienes el poder de enfadarme tan facil?
-No te gusta que te digan las cosas que haces mal, Kamille. Y sal de aqui, voy a bañarme- giró los ojos.
-No hago nada mal. Sólo soy diferente a ti, no significa que este mal- la aparté de la puerta y salí del baño, todavía desnuda.
-¡Eres grosera y altanera, te crees superior a todos y cuando te enfadas los humillas! Eso no es ser diferente. Son conductas negativas y que debes cambiar.
-Lo siento pero no debo cambiar nada- me quedé callada y entré de nuevo al baño cerrando la puerta con seguro- Verónica, por favor. No seas infantil- tocó la puerta pero ignoré sus llamados.
-Espero hayas disfrutado nuestra noche porque mientras no mejores tus conductas no habrá sexo.
-¿Que tiene que ver el sexo aquí?- se quejó e hizo silencio- Verónica, no metas el sexo en nuestras discusiones- la escuché suspirar- Lo que me faltaba- No respondí sabiendo que tal vez fuese mas difícil para mi que para ella ese castigo, pero no quería que siguiera teniendo ese tipo de actitudes. Kamille era una persona maravillosa, pero a veces no me gustaba desconocerla cuando estabamos en la editorial.
Después de cambiarme decidí bajar a la sala esperando encontrar a Kamille, pero no estaba. Temí que se marchara sin mi pero descarté la idea cuando vi su auto afuera.
"Ven al jardín"
Luego lo eliminó.
"¿Puedes venir al jardín, por favor?"
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DE CAFÉ A TI
RomansaUna de las cosas que más increíble me parecía de la vida, o tal vez del destino, era lo difícil y caprichosa que podía volverse. Me robaba sonrisas y me robó el motivo de ellas. Me entregaba tristeza y dolor, cuando estaba en máximo punto de felicid...