♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆

VII

—Asimismo, Soobin-ssi de unirá a la CAMN.—acarició más, sintiendo como el pelinegro se ponía tenso.

Resonaron las palmas por el salón.

No sabía si estar feliz por haber entrado al Comité o si estar feliz porque ahora sentía la cálida mano de su profesor acariciar su cintura.

No quería dejar de sentirlo.

Pero así fue cuando luego este le dijo.

—Puedes ir a tu asiento, pequeño.

Se iba a morir. Aún no se acostumbraba a aquel apodo.

—Gracias, profesor...

Era un avance el que no tartamudeé cuando hablaba con él.

Después de todo ya había pasado medio mes desde que pasó aquello. Aunque para Soobin había sido menos tiempo.

Le dio una sonrisa para después dirigirse a su asiento de profesor.

—Bien, como bien saben, se acercan los exámenes mensuales. Es por eso que hoy haremos un pequeño repaso.—dijo con una sonrisa.

Soobin no lo había escuchado. Solo estaba viendo con atención sus labios gruesos. Quería... ah... quería tocarlos.

Tan rojos y carnosos...

Se perdió por unos minutos en un tipo de trance.

—Soobin, ¿estás prestando atención? —preguntó con un leve mohín.

—A-Ah... yo... yo...

Todos voltearon a verlo. Y se sintió más nervioso.

—Por si no escuchaste, tienen que formar pareja de dos, para hacer un pequeño resumen de un capítulo de la Biblia cualquiera.

Este asintió con la cabeza, avergonzado.

—Perdón, profesor...

—Está bien, Soobin, solo presta más atención a la próxima. —le dijo con un tono amable.

Ah, no podía con tanto.

—La persona que no tenga pareja, lo hará conmigo.

En su salón eran un número impar, así que era obvio que sí o sí alguien sobraría.

Soobin volteó hacia Kai, quien le lanzó un guiño y luego se dirigió a un castaño cualquiera.

Entendió lo que haría, y negó fuerte.

¿Su amigo lo estaba traicionando?... aunque esa sería una oportunidad de hacer grupo con su profesor.

Luego vio como Beomgyu le susurraba algo a algunos chicos.

—Profesor Choi, todos estamos completos, el único sin pareja es Soobin. —dijo Taehyun con una sonrisa.

—¿Ah sí? —dijo dejando de ver los documentos que leía.

El mencionado miró al pelinegro sorprendido. ¿En qué momento?

—No es cierto... Hueningkai y-y yo...

—¡Yo ya tengo pareja! —dijo señalando al castaño que estaba a su lado.

Lo miró incrédulo.

—Bueno, supongo que Soobin lo hará conmigo.—dijo con una sonrisa desapercibida.

—Y-Yo...

—Profesor, falto yo- —un chico habló levantando el brazo, pero luego otro lo hizo callar susurrándole a la oreja.