LXVI

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—Avisen a Choi y Soobin. Aplicaremos el plan "Costal de papas"

Jeongin abrió los labios y ojos en sorpresa. Seungmin apretó los labios. Hyunjin sonrió.

—Enseguida, señorito.—Jay asintió con las manos en los bolsillos con una sonrisita de lado para después retirarse de la habitación.

—¿En que consistía ese plan?—preguntó Sunoo.

—Fácil. Verás...

¿Qué?

—Sí. Vaya limpiando su auto porque no somos nada tranquilos.

—¿Y se puede saber por...?

—Porque bueno. Me parece que el anciano se puso las pilas, y abrirá la piscina con la excusa de un evento en donde todos estaremos semidesnudos y así verá quien tiene marcas en el cuerpo significado de... sexooo. —dijo lo último remarcando la palabra.

El par se avergonzó. Terminando de procesar de igual forma lo que aquel había dicho.

Supuso que aquella era la razón por la cual habían pospuesto los cambios de horarios. Ahora se enfocaban en la búsqueda de la pareja homosexual que impedía la tranquilidad de Park.

Que gracioso.

—Bien. Entonces mañana estará listo el auto.

—Genial. Gracias, profe. Nos vemos. —se despidió agitando una palma.

—No pensé que realmente haría eso el señor Park...

—Ni yo. Pero parece que de verdad está desesperado, Soo.—acarició su hombro con suavidad.

Este soltó una risita para ver a su mayor.

—Junnie.

—¿Hm?

—Bésame.

Y no dudó, no rechistó, ni mucho menos se quejó. Solo se acercó a su rostro para besarlo.

De a poco, gracias a la ausencia de alguna persona en aquel salón de puertas cerradas, el ambiente se iba formando íntimo. Los besos en sus labios resonando en chasquidos, y de a poco sus ahora expertos belfos explorando desde la mandíbula hasta el cuello del pelinegro, en donde posicionándose en la unión de su hombro y cuello se dispuso a succionar para hacer una hematoma. Pero Soobin, alarmado, lo tomó de los hombros, separándolo.

—Y-Yeonjun... no puedes...

Cuando estaba a punto de quejarse con un puchero en los labios, su amado habló.

—Ayer me dejaste muchas marcas... d-demasiadas. No podré cubrirlas bien para el día en que tenga que estar solo con traje de baño, Junnie...

Y apretó los labios. Tenía razón. Y aquello lo preocupó.

Él también tenía chupetones.

Soobin apenas los estaba cubriendo con maquillaje del color de su piel, y ya hasta el polvo que se aplicaba era inútil por la manera en las que sus marcas rojas y moradas se notaban sobre la base aplicada.

Así que era por ello que el plan daba inicio. Debían de estar listos para cuando sucediera.

Lo tomó del mentón, haciendo que lo vea. Y sus ojitos almendrados lo vieron con súplica.

—Es una pena, supongo... —Soobin cerró los ojos suavemente.—Aún así, eso no quita que pueda besarte, ¿no?

Movió la cabeza, negando.

Y otra vez apresó sus labios, acorralándolo en su carpeta de escritorio. Débilmente el menor soltando quejidos y jadeos, cuando sintió la lengua de su tutor lamer su labio inferior e introduciéndose dentro.

Cuando tomo el borde de su camisa para acariciar su cintura estrecha, abrieron la puerta, y con eso ambos separándose bruscamente.

—¿No pueden dejar de comerse la boca por al menos un día?—Beomgyu entró junto a Taehyun quien llevaba las manos en los bolsillos.

—Si hubiéramos sido el viejo Park, no creo que esto hubiera sido gracioso. —musitó el pelinegro.

El par solo estaba avergonzado.

—Bien, el idiota de Jay ya les habrá dicho del plan. La cosa es que... vamos a hacerlo ahora.

—¿Ahora? —la pareja se miró.

—Ahora.—dijo Taehyun, para colocar su brazo en el hombro de su novio, sonriente.

—¡Cuidado que Jeongin se caga!—gritó Jay

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—¡Cuidado que Jeongin se caga!—gritó Jay.

—Silencio, mierda, no dejas disfrutar del puto paseo. —Hyunjin rodó los ojos.

—Interesante. Puedo transportar marihuana y el anciano no se da ni cuenta.—mencionó Taehyun refiriéndose a la revisión nula de alumnos con la compañía de un profesor, a lo que los demás carcajearon.

—Joder, creo que no había respirado aire desde hace tiempo.—Jay dice al tiempo en que saca la lengua fuera del auto.

—¿Qué dices? si fue apenas la semana pasada que salimos.

—Jay parece un perro.

—Profesor, ¿a que hora llegaremos?—Seungmin preguntó.

—¿Tengo que estar con el culo de Jeongin frente a mi cara por una hora más o ya llegamos?

—Calla, Jay gay.—rimó.—Bien que te gusta.

—Soy heterosexual, que dices.

—¿Crees que no me he dado cuenta que me tocas a propósito?

Jay bufó.

—Vuelvo a repetir. Voy a avisar cuando estemos cerca, por mientras hagan silencio, que solo aumenta mi estrés.

Y todos comenzaron a chillar y a hablar, haciendo más alboroto y omitiendo lo que el mayor de todos había dicho.

Yeonjun suspiró.

Soobin solo estaba recostado en el hombro de Hueningkai quien estaba sentado en el regazo del antes mencionado.

—¿Así que estás diciéndome que iremos a comprar maquillaje para cubrir los chupetes que tienen ustedes hormonales calenturientos?

—Obvio no solo eso. —musitó Beomgyu con un ligero rubor en las mejillas. —También plantearemos qué hacer para cuando el viejo diga que tendremos piscina.

—Ah.

Luego de un viaje de aproximadamente 10 minutos con gritos, chillidos, risas y amenas conversaciones, llegaron al fin al lugar de destino.

Un gran centro comercial.

—Bien. Empecemos.

—¿Primero a la tienda de maquillaje o qué?—se burló Jay, quien se desabrochaba el cinturón.

—Que gracioso, mono.

Sería un día largo.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora