♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆

XIX

—¿A...sí es...tá bien...? —con una mano sosteniendo su miembro y con la lengua fuera, rozando el pedazo de carne, lo miró a los ojos con curiosidad.

—S-Sí, Soo.—sostuvo sus cabellos apretandolos suavemente al sentir la lengua caliente de su menor alumno.—Ahora mételo todo, bebé, sé que puedes hacerlo.

—Mgh, ¿s-seguro?

—Claro que sí.—acarició su cabeza. —Para ser tu primera vez, lo haces muy bien, Binnie.

Ahora Soobin se encontraba practicando como hacer una felación, debido a que nunca en su vida había hecho una. Por lo que se sentía inseguro, y tenía miedo de no poder complacer debidamente a su novio.

Sin embargo, lo que le había dicho, fue suficiente para animarlo a continuar.

Lamió todo el largo y comenzó a masturbarlo con más dureza oyendo los jadeos bajos de Yeonjun y sonriendo satisfecho al oírlo. Chupó la punta y con sus manos húmedas de líquido seminal fue tragando todo el largo, sintiendo por toda su cavidad bucal lo salado y dulce que se sentía el pene del mayor.

—A-Ah... Soobinnie, se siente bien, pequeño... —acarició su cabeza para luego apretar sus cabellos. Este gimió con el miembro dentro suyo. Yeonjun sintiendo la vibración que causó.

Con un poco de timidez, el pelinegro fue moviéndose, su lengua encargándose de lamer y su boca de atrapar toda su extensión. Su tutor ayudándolo, empujando su cabeza contra él y de a poco dando pequeñas embestidas por la estimulación.

Aún con los ojos cerrados comenzó a gemir débilmente al sentir aquello, y lágrimas pequeñas empezaron a salir por las arcadas a medida que Yeonjun arremetía más fuerte. Sin embargo no se apartó, ya que parecía gustarle a su profesor. Y a él también.

—Mgh, mgh, mgh, mgh... —se sostuvo de los muslos del mayor para no perder el movimiento.

A unas cuantas embestidas, y cuando creyó que Yeonjun se vendría en su cara, con un sonido de succión se separó de su boca, Soobin jadeando.

—Binnie, ven, bebé.

Éste se relamió los labios para luego levantarse de debajo del escritorio, e inmediatamente se bajó el pantalón junto a su ropa interior, quedando semi-desnudo.

Sabía qué seguiría.

Lo abrazó por el cuello y lo besó.

Sus manos pasaron por su espalda, para después querer quitar su camisa. Y al sentirlo, se separó agitado para hablar

—N-No, hyung... sólo en la habitación...

—Mgh, quiero verte, Binnie. —dijo en un puchero, para comenzar a besar su cuello. Sus palmas bajaron hasta su trasero donde de un movimiento alineó su miembro a la entrada palpitante del menor.

—¡A-Ah!... n-no, hyung...

Lo tomó de los hombros, para comenzar a bajar sobre su erección. Y fue hundiéndose lentamente, al tiempo en que se mordía los labios y Yeonjun mordía suavemente la piel de su cuello.

Hasta que estuvo completamente dentro suyo. Soobin lo abrazó del cuello.

—Y-Yeonjun-hyung... —dijo entre un gemido.—Enciéndelo y-ya.

Presionó un botón de la radio color negro que yacía en su mesa de escritorio.

Y una canción cristiana dio inicio con un fuerte volúmen.

Entraré, entraré, entraré a su presencia.
En libertad, por su amor, el Espíritu me lleva.

—¡A-Ah! ¡ah! ¡ah! ¡ah! ¡ah! —sus pieles comenzaron a oírse, más los gemidos fuertes de parte de Soobin. Sus caderas se movían frenéticamente, al tiempo en que Yeonjun comenzó a embestir.