LVIII

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—¿Que ustedes qué? —sonrió sarcástico e incrédulo.

—Él ya lo sabía. Tenía pruebas y nosotros ya no sabíamos como ocultarlo.—se apoyó en el hombro de su maestro quien comenzó a jugar con un lapicero.

—¿Qué?

—¿Estás sordo?—rodó los ojos para luego suspirar.—Lo que dije es que...

—Sí te escuché, Soobin.

—¿Entonces?

—¿Cómo es que...?—chilló.

Soobin formó una mueca.

—¿Cómo mierda confiaron en él? si se le da la puta gana podría acusarnos y todo se va a la basura. Todo el esfuerzo se va a la...

—Sabemos que le gusta un chico. Nos los dijo.

—¿Y si mintió?

—No lo creo. Además... ¿por qué nos delataría?

—Si hubiera querido, nos hubiera acusado cuando nos oyó. Pero no lo hizo. Y es obvio que está desesperado por querer estar con Han.

Esta vez habló Yeonjun.

Beomgyu apretó los labios.

Taehyun carraspeó la garganta.

—Beomgyu.

—Está bien.

Inhaló y exhaló.

—Debemos de apresurar el plan de inmediato. No tenemos tiempo que perder. Si Minho nos delata, todo será su responsabilidad. ¿Oyeron?

—Bien.—el pelinegro asintió.

Yeonjun de igual manera.

—Eso espero.

De pronto abrieron la puerta, con eso Soobin y Yeonjun separándose bruscamente.

—Oh, profesor Choi, estudiantes, una disculpa enorme. —el anciano Park entró apresurado. —Necesito que lea esto cuidadosamente. —y le entregó varios documentos dentro de un folder manila.

—Señor Park. Sí, claro, no se preocupe. —los recibió algo nervioso.

—Gracias.

Luego dirigió su mirada al pelinegro que estaba a su lado, extrañamente su carpeta colocada al lado del escritorio del mayor muy cerca. Aquello era raro. Pero no dijo nada al respecto.

Supuso que como Soobin siempre era el estudiante que recibía apoyo extra, al mismo tiempo también era el favorito.

También volteó a ver al par que estaba sentado en carpetas.

—Veo que ahora sus clases extras, se extienden.—mencionó alegre.

Sonrió falsamente.

—Claro. Pensé que ahora podría agregar a más alumnos. Amo enseñar a más alumnado.

Mintió.

—Perfecto. La nueva noticia le encantará entonces. —arrugó sus ojos en una sonrisa. —Nos vemos, profesor Choi. Buena tarde. Le dejo continuar.

—Igualmente, señor Park. Buena tarde.

¿Como que nueva noticia?

El anciano se retiró completamente. Y luego de algunos minutos, Soobin apretó los labios para hablar.

—Yeonjun-hyung y yo... aún no hemos grabado el último vídeo. Así que aún no podemos enviarlos.

Mentía. Ya estaba editado junto a los dos anteriores. Simplemente ambos habían acordado mentir para aplazar la fecha de lanzamiento porque les daba vergüenza.

—¿Qué? supuse que la habían grabado anoche. Es decir, técnicamente parece que te hubieran atropellado.

Taehyun carcajeó, mientras que el par se avergonzó.

—No sé de que hablas... pero no. —negó con las mejillas rojas.—Tal vez mañana lo haremos pero...

Mientras que su novio hablaba, decidió abrir el folder que el viejo le había dado.

—¿Mañana?... necesitamos cuanto antes el video. Pueden hacerlo hoy, ¿por qué no podrían?

—Porque no...

—¿Por qué no?

—Solo porque no.

—Esto es serio, Soobin.

—No puedes obligarnos a hacerlo... lo haremos cuando podamos y queramos.

—Espera. ¿Y si estás mintiendo?... ya tienen el video, ¿no?

—¿Qué?... claro que no. Ya te dije que no. —afirmó algo nervioso.

Al tiempo en que Yeonjun terminó de leer el comunicado.

—Ya lo grabamos y editamos. Todos los vídeos lo están. —Soobin volteó a verlo con una mueca confusa.

¿Y el acuerdo que habían hecho?

Beomgyu y Taehyun formaron una mueca.

—Sabía que mentías.

—Su lenguaje corporal también era extraño.—afirmó Taehyun.

Soobin solo tenía los ojos puestos encima de su hyung. Lo había traicionado.

—Yeonjun, ¿qué-

—Esto. Esto es una mierda.—golpeó el folder manila en la mesa de su escritorio.

Abrió los ojos, sorprendido por su repentino enojo y lenguaje.

Así como también Beomgyu y Taehyun, quienes nunca habían oído de su profesor de aula,decir groserías.

—Profesor, ¿qué dice en los documentos que el anciano le dio? —consultó esta vez Taehyun. Quien estaba observando a ambos con cuidado. Y notó que el ahora comportamiento del mayor comenzó desde que acabó de leer el papeleo.

—¿Uh?— Beomgyu volteó a ver a Taehyun. Este le guiñó. Y sonrió en respuesta.—... es verdad, ¿qué dice?

Soobin no entendía nada. Solo quería reclamarle a Yeonjun por el hecho de que lo había traicionado, pero no podía por ahora su repentino enojo.

Suspiró pesadamente. Y tomó del hombro a su alumno para mirarlo a los ojos. Este poniendo una mueca neutra.

Y comenzó a hablar sin apartar su vista de Soobin.

—Lo que...

—¿Nos va a dar clases de cómo besar o nos dirá que dice el papeleo? —preguntó sarcástico, Taehyun. Beomgyu rio.

Ambos se avergonzaron considerablemente de nuevo.

—¿Saben?, mejor léelo tu mismo, Soo.—le dio el folder.

Este solo lo recibió, abriendo de inmediato aquello.

—¿Tanto suspenso?... Soobin léelo ya.

Carraspeó la garganta para comenzar a leer rápidamente.

Y por cada oración, solo quería darle la razón a su mayor novio.

¿Cómo es que eso era posible? Ahora tenía sentido porqué Yeonjun decidió adelantar las cosas.

—Ahora tendremos clases extras. También habrán clases normales regularmente con diferentes profesores y horarios.

—¿Qué?—Beomgyu y Taehyun dijeron al unísono e incrédulos.

—Sí. Y los cambios se harán desde la próxima semana.

—Eso es una mierda, tenemos que salir en cuanto antes.—Beomgyu se paró de su asiento.

Soobin suspiró.

Tenía que enviar el video ya. Y aquello lo puso nervioso. Pero sabía que la noticia que acababan de recibir era terrible.

Más horas de trabajo para su tutor, y horas de clases en las que no estaría Yeonjun como su profesor. Simplemente todo era muy malo.

Por lo que a pesar de la vergüenza que sentía al saber que tendría que exponer videos íntimos, se decidió.

—Hagámoslo ya.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora