IX

424 46 2
                                    

Había venido muy temprano. El salón estaba vacío.

Recordó la sensación de ser abrazado por Yeonjun.

De repente sonrojó. Pero para evitar hacerlo, comenzó a golpearse las mejillas.

No había momento en que no pensara en su profesor.

—No lo hagas... puede empeorar. —una voz interrumpió sus pensamientos.

—¿Qué haces aquí, Kai?

—¿Somos del mismo salón?

—Ah.—se cubrió el rostro con sus manos, negando.

—Quería pedirte perdón por...

—Está bien. Solo no vuelvas a hacerlo...

—¡Gracias!—saltó sobre su lugar emocionado. —¿Podemos comer juntos a la hora del almuerzo?—la verdad es que se había sentido muy solito.

—Claro.

Otra vez saltó de alegría.

—Gracias, Soobin...

Después de eso, comenzaron las clases. Con algo de sueño trató de prestar atención pero no pudo. Toda la noche había estado pensando en el abrazo y beso en la mejilla que le dió accidentalmente su tutor, que no había dormido nada a la final.

Y parecía no ser el único, debido a los constantes bostezos del mayor.

Claro, estaba tan ciego como para notar eso. 

Terminó la primera clase con el receso dando inicio.

—Ah Soobin, p-pensaba irnos hoy de compras al centro comercial que queda a 8 cuadras... ya sabes, pasar nuestro tiempo libre juntos... pero solo si quieres.

—Claro.—no le tomó mucha atención. Moría de sueño.

—¿En serio? ¡será divertido!, ya lo verás.

Recién se dio cuenta de la realidad y volteó a ver a su amigo.

—Espera ¿qué decí-

Una voz resonó, y la reconoció como la de su tutor.

—¡No vayas, Seungmin!

—Pero de verdad el agua está rebalsando. Tengo que ir, ¿sino quién irá?—preguntó en preocupación.

Este suspiró pesado, para voltear a ver al pelinegro quien también lo veía algo desconcertado. Ambas miradas se encontraron y se separaron bruscamente al notarlo. Ambos avergonzandose.

Ahora tenía que ser de gasfitero. Era más fácil espiar a Soobin, pensó.

Bueno, eso sonaba algo acosador.

—Yo iré. Quédate aquí.

—Bien, gracias, profesor.—sonrió.

Y la silueta del mayor desapareció por el pasillo del baño.

—¿Qué está...

—Soobin, ¿escuchaste lo que te dije, verdad?

—Si te soy sincero, no... estoy algo cansado...

—Eh, bueno... quería preguntarte si podíamos ir al centro comercial. Una salida de amigos...

—Ah, claro.—asintió comprendiendo. —No voy a poder...

—¿Qué?... ¿por qué?

—Porque... ya sabes... las tareas.

—Solo haz salido tres veces al exterior desde que entraste... creo que deberías de salir a divertirte o algo.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora