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—Is a great day, and I hope you have a great morning too. Welcome to the boarding school.—el hombre canoso saludó al pelinegro de ojos azabaches, quien estaba nervioso a más no poder.

(Es un buen día. Espero que tengas una buena mañana también. Bienvenido al Internado.)

¿Por qué aquel hombre le hablaba en otro idioma?

Sabía un poco de inglés, y esperaba que eso fuera suficiente como para poder entenderle.

—Oh, thank you... please, ¿you can speak to me in korean?... I can't understand...

(Oh, gracias... por favor, ¿puede hablarme en coreano?... no puedo entender...)

Aquel comenzó a reír.

—Lo hubieras dicho de un principio, joven... —revisó su papeleo para leer. —¿Hue... ningkai?

—Ah... no soy él. S-Soy Choi Soobin, señor.

—Con razón. —asintió.—Hablé en inglés porque hay un muchacho hawaiiano que también se unirá a nosotros hoy día. Pensé que eras él... perdón por el inconveniente.

—No, no, perdóneme a mí... verá... es mi culpa por no haberme presentado correctamente. Perdóneme, señor.—dio una reverencia.

El anciano sonrió por su actitud. Se veía como un chico puro y educado. Perfecto para el grupo de estudiantes que reclutaba cada año.

—Ya veo... tus padres son los costureros de túnicas, ¿no es así?

—Sí, señor.

Sonrió.

—Llámeme como señor Park, joven Choi. Es un honor tenerlo aquí. Sus padres son unos de nuestros fieles más queridos por aquí.

Este dio una reverencia de nuevo.

—Gracias señor Park, el honor es mío.

—No es nada. —sonrió amablemente. —Primero esperemos al hawaiiano y después te llevaré dentro de la institución.

—Está bien, señor Park.

Luego de algunos minutos un chico de cabellos rubios apareció agitado.

—¡Good morning, mister Park!, i'm so sorry for my delay... ¿we can start with the guide?

(¡Buenos días, señor Park!, perdón la demora... ¿podemos comenzar con la guía?)

—Oh, young Hueningkai, don't worry for that, we are waiting for you. I hope you have a great welcome with us.

(Oh, joven Hueningkai, no se preocupe por eso, estábamos esperando por usted. Espero que tenga una buena bienvenida con nosotros.)

Los dos menores se saludaron con leves movimientos de cabeza.

—Thank you so much, mister Park, thank you too for wait for me...

(Muchas gracias, señor Park, gracias también por esperarme...)

—Ah... no entiendo casi nada. —musitó Soobin.

Hueningkai lo escuchó.

—¿Espera, pueden hablar coreano? —preguntó el rubio algo sorprendido.

—Vaya, parece que no tenía que haber estudiado inglés después de todo. —habló el arzobispo algo aliviado. —Debió de preguntar, joven Kai.

—Ah... perdón, señor Park. —dio una reverencia de 90 grados. Apenado a más no poder.

Sonrió por su actitud. De verdad aquellos dos novatos eran perfectos para su alumnado.

—Hoy Dios nos ha bendecido, y nos ha traído dos corderos puros. —juntó sus palmas y comenzó a rezar. Hizo una señal y luego se dirigió a los muchachos.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora