LXIII

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—Ah, estoy tan cansado... —abrazó a su mayor fuertemente, como si se fuera a ir.

—¿Lo estás, Soo?, solo fueron 10 vueltas...

—Eso es mucho, hyung. Odio el deporte.

—Aw.—acarició su cabeza, peinando sus cabellos suaves con delicadeza.—Aún así era algo que no podías evitar...

—Lo sé. Que frustrante. Estaba bien cuando no había un receso especial para hacer deportes. ¿Por qué de la nada nos dicen eso, y encima luego de estar sentados en el piso como dos horas?

Porque cuando anunciaron el cambio de profesores y horarios para la siguiente semana, no olvidaron incluir de igual manera un receso especial para hacer deportes. Regalo del Director. Quien hilarantemente no tenía ni idea de lo que el hombre canoso que tenía de secretario hacía a sus espaldas.

Yeonjun soltó una risa.

—Es verdad... no te rías, Junnie.—hizo un puchero.

—Realmente si fuera un alumno, también estaría como tú... aunque la verdad sí me gusta el deporte.

—¿Te gusta?... ¿cómo es que te gusta?... es muy molesto porque sudas, te agotas y luego no tienes ganas de hacer nada.

—Pero también es divertido... te entretienes al tiempo en que cuidas de tu salud.

—Pero es molesto.

—Pero es bueno.

—Te cansas.

—De buena forma.

Ambos se miraron con muecas.

Para luego soltar risas.

Tomó su mejilla y la estiró, como si fuera una especie de masa de pan.

—A-Ah, n-no hagas eso...

—Te ves lindo hasta cuando te enojas. —regañó.—¿Cómo es eso posible?

—No es cierto. —tomó su muñeca suavemente, tratando de quitarla sin ganas.

—Sí lo es.

—No.

—Sí.

—No.

—Sí.—apretó más, sacando un quejido de Soobin.

—Y-Ya...

Esta vez tomó su mejilla para ladear su rostro. Y hacer que sus labios queden cerca a los suyos.

El menor se acercó más, uniendo así suavemente ambos pares de belfos. En un vaivén suave, su tutor tomó su manos para entrelazar sus dedos con delicadeza.

Se separaron y juntaron ambas frentes. Ambos con la respiración acelerada por la emoción.

Siempre era como la primera vez.

—Hyung, creo que... d-deberíamos de hacerlo ya.

—Está bien, bebé. —besó otra vez sus labios fugaz, para separarse por completo, lastimosamente.

De su cajón de mesa de noche, sacó el celular y lo prendió. Soobin se acomodó mejor.

Ingresó la contraseña, entró a la aplicación de "Correo", y puso la opción de "Redactar."

Según Beomgyu, aquel era el día en el que debían de efectuar el segundo plan, en cuanto antes. Es por ello que la pareja estaba ahí, comenzando a escribir lo que sería la "Segunda Advertencia"

"Veo que no acató nuestra orden. Por lo que procedemos a efectuar nuestra amenaza ya antes impuesta. Es por eso que mañana verá una sorpresita. Esperamos sea de su agrado.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora