♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆

XLII

Gritos alegres de gente borracha y sana, el fuerte ruido de la música resonando se escuchaba por los alrededores.

Algunos estaban tirados en el piso durmiendo, otros bebiendo, algunos bailando, y por los alrededores, gente drogándose.

Aún siendo las seis y media de la tarde.

Yeonjun y Soobin no estaban excluidos del caos de aquella fiesta.

Puesto que sólo bastó con que un extraño invitara a todos un vaso de licor, incluido a ellos, y lo recibieran sin rechistar.

Para que ahora casi mareados y borrachos, comenzarán a besarse al tiempo en que se manoseaban en plena pista de baile.

Tal vez hubieran sido el centro de atención. Pero sólo eran una pareja más del montón que hacían de las suyas por ahí, e incluso, otros que llegaron a niveles extremos como para tener sexo. En frente del tumulto.

-Yeonjun... ¿por qué no mejor... me follas ya?-habló con dificultad y lo tomó de las mejillas para luego recibir una risa.-N-No te rías... mgh, hazme tuyo ahora, Yeonjun-hyung...

-¿En serio quieres eso... Soo? -le susurró al oído, al tiempo en que comenzaba a frotarse contra él. Ambas erecciones encontrándose. El menor jadeando por su voz ronca y por el ahora estímulo.

-Sí, hyung... hazlo...ya...

De fondo se oía no sólo la canción que resonaba fuerte y gritos eufóricos de gente que bailaba. Con dificultad también gemidos y chillidos.

-Entonces no tengo... otra opción. -besó su cuello con un jadeo ahogado de parte de su pequeño, para tomarlo de la muñeca y llevarlo a otro lugar.

En una esquina había una pequeña mesa con vasos de licor. Yeonjun sólo las quitó de un manotazo, Soobin subiéndose en aquella para relamerse los labios y hacer soniditos alegres.

Se quitó el bolso que llevaba cargando desde hace rato, notando que había un bulto. Fue que supo qué era. Sin embargo no lo tocó más, puesto que la puso a un lado, y comenzó a desabrocharse la camisa. Al tiempo en que Yeonjun comenzaba a besar su cuello, mordiendo y succionando con fuerza. Soobin sólo pudiendo gemir.

Cuando quitó todos los botones, su tutor bajó su sostén de encaje -el que venía por defecto con la vestimenta- para luego asomarse a sus pezones y comenzar a succionarlos.

-Ah... a-ah... Junnie... n-no... mgh.

Lo apegó más contra la pared, al tiempo en que deslizaba sus manos dentro de su vestido corto. Sintiendo sus delgados pantys negros, y queriendo romperlos al querer tocar mejor sus muslos.

Se separó de sus tetillas ahora rojas e hinchadas para atrapar sus labios con desespero. Soobin jadeando desesperado, removiéndose en su lugar al sentir como Yeonjun quería romper sus bonitas pantys que le llegaban hasta la cintura. Pero no podía.

Entre el beso con lengua, con su mano en la mesilla tratando de buscar algo, tomó una botella vacía, y sintiendo los dientes de Yeonjun morderlo, rompió el envase.

Su mayor soltando una risita entre el beso. Y la gente a su alrededor oyendo el ruido que causó la ruptura, aumentando sus gritos de euforia.

-Yeonjun-ah, corta con esto. -lo separó para que con un puchero le diera el cuello de la botella rota.

Y abrió sus piernas aún sentado.

-...¿E-En serio, Soo?-dijo algo mareado con un ceño levemente fruncido. -¿No te lasti-

-No, hyung i-idiota. C-Corta ya, te quiero adentro... -lo tomó de la mejilla para verlo con un tono berrinchudo.

-Pero...