Desde que comenzó a estudiar para ser lo que quería desde niño todo cambió.
"Cada día como carne, aún fingiendo querer ser vegetariano.", aquella frase ahora describía su vida desde que lo conoció.
¡Advertencia:
🕊; Contenido en contra de la exist...
—Señor Park, eso es muy arriesgado... el Centro de Educación Nacional podría enterarse de esto y estaríamos en graves problemas...
—¡Lo sé, Kim, no hace falta que me recuerdes eso!
Puso sus palmas en la mesa fuertemente.
Le había dicho a Jungwoon, su acompañante, que fuera el espía entre sus compañeros para ver si alguno era sospechoso o algo. Este de inmediato accediendo.
—Abriremos la piscina.
—¿Q-Qué?... pero la prohibimos desde aquel incidente...
—No. Esta es nuestra última carta, Seokjin.
—¿Por qué?... ¿por qué abrirá la piscina?—preguntó intrigado.
—Me comentaste que luego de la fornicación, mayormente tendían a llevar hematomas en el cuerpo, ¿no es así?
Y abrió los labios.
—¿Acaso usted?... es por eso que...
—Así es.
Jungwoon abrió los ojos, signo de preocupación. El anciano al fin estaba pensando. Tenía que informar de eso al grupo. Por lo que levantándose de su lugar, carraspeó la garganta para decir.
—¡Señor Park, me parece genial su idea! ¡es usted un genio!—actuó exageradamente.
El hombre canoso sonrió en señal de aprobación. Su acompañante le entendía muy bien. Bendijo la hora en la que le contó sobre su situación.
—Joven, como le dije, usted me ayudará. Será como un espía para nosotros.—afirmó.—De nuevo, gracias por aceptar.
—No es nada, señor. Yo estoy agradecido con usted por siempre velar por nuestra seguridad. —hizo una reverencia con los ojos cerrados y una sonrisita fingida de inocencia.
Kim y el hombre canoso sonrieron por el menor. Educado y respetuoso. Un alumno ejemplar.
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—¡U-Uh!, Y-Yeonjun-ah... j-justo ahí, J-Junnie. —movió más sus caderas, el contrario rodeando su cintura para acariciar su abdomen plano.
—Soobinnie, eres hermoso.—musitó excitado en su oreja, con voz ronca y ensimismado por la fricción caliente que su novio le brindaba en el miembro.
El alto soltó un gimoteo entrecortado por el movimiento ejercido. Apenas podía moverse correctamente, debido a que estaban en una silla. La posición era incómoda para Soobin debía de admitir, pero valía totalmente la pena al sentir mayor profundidad. El glande de su tutor golpeando placenteramente en su sensible punto maltratado.
Y a pesar de que las llamadas para padres mensuales, estaba a punto de empezar, no detuvo al par en tener relaciones. Claro, era una excusa perfecta para poder estar juntos en una misma habitación, sin tener hombres cuidando los pasillos de los cuartos.
