♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆

LXI

Resonó otro chasquido.

—E-Espera, Y-Yeonjun... mgh, s-sí... m-más... a-ah, n-no... no tenemos c-condón... ¡a-ah!

—Sh. Soo.—colocó un dedo en sus labios, ademán de hacerlo callar.—Estamos en el baño. No seas ruidoso, bebé.

No se esperó que Soobin besara, ni mucho menos que comenzara a lamer su dedo, como si fuera un miembro. Yeonjun decidió meterlo dentro de su cavidad bucal.

Arremetió más a su paladar, deleitandolo con la hermosa vista que generaba.

Decidió meter dos, y luego de embestir como si fuera su miembro, junto a los gemidos del menor, los quitó, un hilo de saliva uniendo sus dos dígitos y labios.

De inmediato, se dirigió a su entrada. Para comenzar a dilatarla.

Soobin jadeó, abrazandolo más fuerte por el cuello. Sus rostros quedando a milímetros.

Y por consiguiente, uniendo sus labios con desespero.

Oyendose ahora los chasquidos que ambas bocas provocaban.

Yeonjun lo tomó de la mejilla con su mano libre, para ladear su rostro y sentir más profundidad. Al tiempo en que el largo de sus dedos, hacían tijeras. Su alumno gimiendo entre sus belfos, excitado.

Succionó su labio inferior, y cuando metió su lengua dentro, sacó sus dedos.

Como era de esperarse, la penetración comenzó segundos después.

A la mierda todo, no importaba no tener condón.

—¡Uh! ¡s-sí! ¡j-justo ahí! ¡mgh! ¡ah! ¡ah! ¡ah! ¡Y-Yeonjun!... v-voy a c-correrme, ¡Y-Yeon!

—S-Soobinnie, no seas tan... ruidoso. Sabes que amo cuando lo eres, pero no aquí. —y apresó sus labios. El menor solo atrapó sus cabellos, jadeante, mientras que recepcionaba fuertes golpes en su punto sensible.

Sonó el timbre de receso.

Y dos minutos más de palmadas resonando por el cubículo del baño, más jadeos, gruñidos y gemidos fueron suficientes para el par quienes luego de llegar al orgasmo el cual terminó en suspiros placenteros, se reincorporó de nuevo.

Vistiéndose así apurados.

—Y-Yeonjun-hyung... estoy sucio...

Este chasqueó.

—Yo también... pero...

Soobin se arrodilló, tomando su miembro. Y metiéndoselo a la boca. El mayor jadeó.

—¿Q-Qué haces...?... ah...

—Estoy... mgh... limpián... amgh... dote...

Tomó su cabeza, para esta vez embestirlo. Haciendo que su pequeño novio gimiera.

Luego de algunas estocadas quitó su miembro bruscamente. No quería iniciar otra ronda por el bien de su secreto.

Choi tosió levemente, relamiendose los labios. Y se levantó, abrazando por el cuello a su tutor.

—Ahora que estás limpio, puedes ir a traerme toallitas, hyung... —rozó sus labios con los suyos. El mayor sonriendo entre el contacto y finalmente dándole un beso de nuevo.

—Está bien, Soo. Esperame aquí entonces, ¿sí?

Asintió con la cabeza, con una sonrisa de hoyuelos.

Luego de que su mayor se haya ido en busca de las antes mencionadas, se sentó en la tapa del retrete, agotado.

Si era sincero, no había dormido mucho luego de saber que el plan estaba actualmente activo. No, corrección, no había dormido nada.