XX

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—Soobin, sé que tal vez no hablamos mucho pero yo...

—¿Mgh? —levantó la vista con la mano sosteniendo un bolígrafo. Para darle una sonrisa de hoyuelos al rubio frente suyo.

—Yo creo que... ya sabes... el profesor y-

Para coincidencia, el mencionado ingresó al momento, para que con un rostro fresco y feliz colocara sus cosas en su escritorio. Soobin dejó de ver a su amigo, para en cambio ver a su maestro con un sonrojo y sonrisa inconsciente.

Este lo volteó a ver también, para que de igual manera le devolviera el gesto. Los dos sonriendose y mirándose con todo el amor del mundo, olvidando que tenían que ocultar su relación amorosa obvia.

—Soobin, Soobin... —movió su hombro para que este de inmediato luego de segundos, se separara asustado y reaccionara.

—¿Hueningkai, qué...

—Parece que no me haz escuchado... otra vez.

—N-No, es que había una mosquito y-y...

—¿El mosquito es el profesor Choi?

Este se puso nervioso.

—Claro que no, Kai...

—No te pusiste bien la bufanda...

Se la acomodó lo más rápido posible.

—Parece también que los mosquitos de este lugar aman mucho tu sangre.

—¿Por qué lo dices? —preguntó extrañado y algo nervioso.

—Porque tu cuello está lleno de picaduras. No sólo eso... parece que también te odian, porque te dejan cojo todos los días.

—¿Q-Qué?

¿Acaso su amigo le insinuaba algo...?

Kai suspiró.

Parte del plan era volver a ser amigo de Soobin, y de a poco saber sobre como iba la relación entre el profesor y él.

—Lo sé todo, Soobin. Todo.

Tragó saliva.

—¿Qué sabes?...

—Te lo diré luego de esta clase.

—Pero...

Si es que Hueningkai no se hubiera unido al grupo de Beomgyu, igual hubiera sabido tarde o temprano, que su profesor y amigo de clases tenían una relación íntima. Porque parecía que no se esforzaban mucho al ser discretos cuando estaban en el salón o en las habitaciones.

Recuerda con detalle incluso, cuando un día, le había dicho a Soobin que saldría con unos amigos, y al momento de dirigirse a la habitación de Beomgyu por la tarde, por el pasillo extrañamente se encontró con su profesor. Quien se veía nervioso y miraba a todos lados como si alguien lo fuera a atrapar. Claro que se asustó cuando vio a Kai, que su excusa fue "Solo iba para dar algunas clases extras".

Sin embargo, no dijo ni hizo nada y dejó que su encuentro fuera exitoso.

Y aquello, coincidencia no fue.

Luego de algunos minutos, la clase dio inicio.

Y un "toc", "toc", interrumpió la alegre voz que explicaba, para que un hombre canoso, sonriente, se asomara.

—Buenos días, chicos.

Automáticamente todos se pusieron de pie para saludar.

Kai y Soobin ya se habían acostumbrado a aquel extraño coordinamiento.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora