♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆

LIII

—Buenos días, buenos días. Perdón la molestia, profesor. —dio una reverencia al pelinegro quien le sonrió fugazmente. —Bueno... no he tenido mucho tiempo que digamos... por asuntos que han sucedido. Pero no hay problema.

Beomgyu volteó a ver a Jungwoon. Este negó levemente, confundido.

Generalmente el anciano le contaba todo a Jungwoon. Debido a la confianza que habían formado. Pero esta vez, el pelinegro de hoyuelos no sabía a lo que se refirió.

—A lo que quería llegar es que, necesito saber si alguien estaría interesado en ser la mano derecha del instructor Kim. —mencionó con una sonrisa en donde su rostro se arrugó.

Y el silencio reinó. Algunos murmuros se oyeron.

—A ver quien mierda quiere. —Hyunjin susurró para reír suavemente. Jeongin riendo de igual manera.

Nadie se esperó que aquel pelinegro se parara de su asiento. Y dijera...

—Y-Yo... y-yo... e-estoy interesado...

Todos dirigieron su vista hacia aquel.

Tal vez, solo algunas personas se habían encariñado con este. Como Sunoo y Seungmin. Y no querían que aquel sufriera las consecuencias de tener aquel puesto.

Sunghoon no se lo merecía.

Sin embargo, no podían hacer nada. Estaba fuera de su alcance.

—Perfecto. ¿Nadie más? —preguntó con una sonrisa más grande.

Minho casi chillaba al ver como su compañero de habitación se paró de igual manera.

—Yo también, señor. —dijo firme. Y decidido.

—Bien. Con dos interesados me es suficiente. —mencionó.—Profesor Choi, necesito que me dé los informes de los dos para poder inspeccionarlos. Por favor.

—Claro, señor Park, no hay problema.—asintió volteando a sacar un gran folder.

—Gracias. Ahora, los que dijeron que estarían interesados, vengan a mi oficina luego de la primera revisión de alumnos, ¿de acuerdo?

—S-Sí, señor.

—Sí, señor.

—Me alegro. Los estaré esperando, gracias por su atención.—Yeonjun le dio ambos documentos para que con una leve reverencia el anciano se retirara.

Pasó con exactitud una hora. El salón quedando vacío debido al receso, con excepción de algunos.

—N-Necesito hablar... contigo.

—Minho, ya me dijiste eso. ¿De qué quieres hablar?... necesito ir a estudiar.

—Bueno... yo...

Comenzó a ponerse nervioso, sus labios a temblar.

—Realmente... no entiendo tu actitud. Siempre que hablamos te pones raro... ¿por qué no con Jake? ¿o con... no sé... con Heeseung? ¿por qué conmigo?—acusó.—Si no tienes nada más que decirme, nos vemos.