III

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—Yo soy Taehyun, su mejor amigo.

—Hola Taehyun... eh...

—Como soy parte del Comité de Alumnos con Mejores Notas o en abreviatura CAMN, mi deber es guiar a los nuevos y hacerlos sentir cómodos. Si por algún motivo me igualas en notas, supongo que también eres parte del Comité.—explicó aquel pelinegro.

—Oh, ya veo... ¿quiénes son parte del Comité?....

—Solo Jungwoon, Jay y yo.—dijo algo seco.

—¿Tan pocos...?

—Sí. Es porque nadie es lo suficientemente digno de entrar, es decir que debes de ser tan inteligente como también favorito del profesor.

—¿Favorito del pro-

—Sí. Se decide por las notas si entras o no. Aunque lo veo difícil.

—Taehyun, creo que estás siendo muy duro con él. El profesor Choi dijo que hiciéramos lo posible para hacerlos sentir cómodos. —regañó con una sonrisa, el otro pelinegro. Por algún motivo su tono de voz sonaba falsa.

—Solo le digo como son las cosas aquí, Beom.—le respondió con un tono igual.

—Bueno... igual, Soobin, si necesitas algo nosotros siempre estaremos para ayudarte. Aunque yo no sea parte del comité, je. Esperamos que Kai y tú se sientan como en casa. —le sonrió en grande. Falso.

—Gracias... gracias a los dos.

—No es nada, nos vemos. —sonrió fugaz y dicho eso tomó del brazo al más bajo para llevarlo a cualquier otra dirección.

Cuando estaba a punto de comer al fin un bocado de su almuerzo, un rubio vino a sentarse a su lado.

—¡Hola!... creo que ya sabes quien soy... pero me presento... soy Hueningkai.

—Ah... hola Kai... sí sabía quien eres...

—Oh... me alegro. Eh bueno, no quería molestarte pero... debido a que ahora seremos compañeros de cuarto y entramos el mismo día aquí, creo que deberíamos de ser amigos. Pero c-claro, solo si quieres...—le dió una sonrisa perfecta.

—Claro, está bien... —también le sonrió, haciendo remarcar sus hoyuelos.—Soy Soobin...

Al menos ya no se sentiría tan solo.

—También sabía como te llamabas, je.—le sonrió sin mostrar los dientes, para sentarse mejor en su lugar.

Con la boca llena de arroz hizo un puchero, haciéndolo ver así, como un conejo molesto.

Kai rio escandalosamente. Su risa contagió al alto, por lo que quiso reír, pero no pudo por la comida en su boca.

—Ah, por cierto. Escuché que tenías diecinueve años... yo recién en Agosto los cumplo, así que tendría que llamarte como hyung, ¿no?...

—Hm... —terminó de masticar y luego contestó. —no es necesario si quieres... estamos en el mismo curso, así que creo que estaría bien tratarnos informalmente...

—Oh, está bien. Soobin-ssi.

Por algún motivo el que aquel rubio lo llamara así, no lo hizo poner nervioso como cuando su tutor lo hacía.

—Que extraño. —musitó cabizbajo.

—¿Soy extraño?—preguntó Kai, asustado de haberle caído mal a su nuevo amigo.

—Ah, no, no, perdón, no eres extraño...

—Oh, es que...

—Huening... ¿puedo decirte así verdad?...

—¡Claro!

—Eh, bueno... quería preguntarte algo.

—¿Cuál es la pregunta?

—¿Alguna vez... te haz sentido muy nervioso con tan solo mirar a alguien?

Hizo una "o" grande con los labios, para después negar fugazmente.

—Nop, pero mi padre me contaba que cuando invitaba a mamá para citas, sentía muchos nervios. —mencionó nostálgico.

—¿Citas?...

—Sí, creo que eso significa estar enamorado de alguien, y cuando lo sientes es porque cada vez que miras a esa persona, te gusta. —contó concentrado.

Era imposible.

¿Gustar de su profesor?... pero era un hombre...

Eso estaba fuera de lo correcto y, Dios lo castigaría por gustar de una persona de su mismo sexo.

¿Pero qué era esa sensación?

—¿Por qué lo dices?... ¿acaso sentiste eso con alguien? —giró a todos lados buscando algo, mas no encontró.—Aquí no hay chicas... —musitó.

—No... solo sentí curiosidad. No me pasó. —negó con rapidez.

—Ah... menos mal. Lo decía porque... ya sabes, no podemos incumplir las reglas. —suspiró y rio nervioso.

Tal vez aún no era hora de decirle al rubio. Sí le caía bien y hasta en un futuro podrían hacerse mejores amigos, pero no estaba listo para decirle a alguien más, que su tutor lo hacía ponerse nervioso.

Más tarde rezaría, para que aquello desapareciera.

—No te preocupes... no lo haré.

Y recordó las palabras de su profesor.

—Simplemente tienes que portarte bien, Soobin-ssi. Estoy seguro de que serás un buen chico. —removió sus cabellos delicadamente.

Un carmín pintó sus mejillas, y de inmediato se cubrió el rostro, avergonzado.

—¿Pasa algo, Soobin-ssi?... —murmuró preocupado.

—No. No pasa nada. —quitó sus manos para ver el pasto. Y suspiró fuertemente. Frustrado.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora