XLVI

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-¿Te duele aquí, bebé? -apretó la zona.

-A-Ah... s-sí... más fuerte, Junnie...

Pasó con sus manos con más presión, el aceite haciendo que su agarre sea más fluido.

Habían pasado dos días desde el incidente y dos días desde que los dolores de espalda de Soobin disminuían. Aunque igual sentía pequeños punzones en la espalda baja.

Es por ello que, Yeonjun al saberlo, compró un aceite especial para dolores y esa misma tarde, se ofreció a hacerle masajes.

-¡A-Ah!... duele...

-Perdón, Soo... -acarició suavemente su cintura.

Deslizándose sobre su esbelta espalda, llegó hasta sus hombros. En donde Soobin gimió suavemente. El mayor no pudiendo evitar pensar mal.

-Así... más fuerte... Yeonjunnie... mgh...

-¿Así, Binnie?... -tragó saliva para apretar el agarre de sus hombros.

-Sí...

Apretujó y se deslizó, sus dedos se hundían en la piel nivea del contrario. Quedando de esta manera, fascinado.

De un movimiento, bajó de sus hombros a su cintura de nuevo, lugar en el que en vez de masajear, comenzó a tocar con otras intenciones.

-Yeonjunnie. Ahí no me duele... ¿q-qué haces?...

Bajó hasta sus hoyuelos de Apolo. Siempre le habían parecido tan malditamente atractivos.

Los tocó para masajearlos, haciendo a su pequeño gemir y levantar las caderas.

-Y-Yeonjun-ah... n-no...

Tomó la liga de sus pantalones holgados, haciendo el ademán de querer quitarlos.

Y se acercó a él, apegando su pecho a espalda.

-Soobinnie...

Y su voz ronca le recordó al Yeonjun del vídeo. No pudo evitar sentir un cosquilleo, haciendo dejarse hacer por su novio. Quien bajó su ropa interior junto a su pantalón de un movimiento.

Se separó un poco para tomar el envase del aceite, untársela en la mano y por consiguiente, comenzar a masajear el trasero contrario. Soobin sintiéndose caliente al instante, por sus suaves manos tocar y manosear a su gusto, sintiéndose deseado por innumerable vez por su maestro.

Formó una mueca cuando sintió sus palmas separar sus nalgas para que con sus dedos, comenzara a masajear su entrada.

-J-Junnie... a-ah... n-no... hyung... mgh... -apretó las sábanas fuertemente, con las mejillas completamente rojas. Pero más, cuando sintió los labios de su hyung besarlo ahí.-¡Y-Yeonjun-ah!... ¿q-qué haces?... e-esto e-es tan... v-vergonzo... amgh...-jadeó suavemente al sentir su lengua dentro suyo.

Definitivamente no quería dejar de sentir aquel contacto.

Tanteaba suavemente queriendo entrar, cosa que logró, haciendo que el menor comenzara a gemir bajito.

Al tiempo en que hacía aquello, fue desabrochando su cinturón con apuro.

Desde aquel día no habían tenido ningún tipo de contacto sexual. Sólo besos cortos y sin otras intenciones lujuriosas de por medio. Y ya no podía seguir resistiendo a aquella pesadilla.

Necesitaba probar a su Soobin. Necesitaba sentirse dentro suyo.

Comenzó a masturbarse al tiempo en que ahora metía dos dedos suavemente en su entrada ahora dilatada.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora