♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆

LXIX

—Es normal, muchacho. Choi se adapta increíblemente con los alumnos al punto de parecer ser amigos de ellos. Y eso me parece genial de él.—habló con una sonrisa.

—Pero señor Park, de verdad esos...

—Shh. Estamos buscando entre alumnos. Los profesores no tienen nada que ver. Solo continua viéndolos.

—Señor Park, también está usando un enterizo. Y no sólo él. Es como si todos se hubieran puesto de acuerdo para ponerse enterizos cuando usted fue quien dijo que...

—Voy de inmediato.

Gracias al muchacho que inspeccionaba fue directo a aquella piscina en donde las risas resonaban. Y efectivamente como dijo, la mayoría llevaba enterizo.

Apretó los labios.

Vio al profesor tutor del aula riendo divertido con el joven Soobin y otros alumnos más.

Suspiró.

Aunque trató de no sonar desesperado al pedir que todos lleven shorts para ver los cuerpos de los estudiantes, no podía hacer nada lastimosamente.

Hasta Choi sorpresivamente llevaba una camiseta.

Carraspeando la garganta a propósito fuertemente. Llamó la atención de algunos alumnos y para su objetivo, la de Choi.

Quien formó una mueca neutra de lo que sonreía.

—Señor Park. —dio una reverencia leve con la cabeza.

—Profesor Choi. Veo que hay alumnos incumpliendo la regla.

Yeonjun solo torció los labios para después de inmediato formar una mueca falsa de indiferencia.

—Lo veo, señor Park. Es por eso que su nota se verá afectada, lo sé. Aunque... yo no estoy cumpliendo la regla también, —tomó el cuello de su camiseta blanca mostrándole, esta casi transparente por el agua, al menos cubriendo la mayoría de sus marcas—y me parece injusto bajarles la nota si yo soy un mal ejemplo. ¿No sería cruel eso, señor?

Dudó. Para finalmente rendirse.

A las espaldas de Yeonjun, Soobin sostenía el borde de su camiseta viendo al hombre anciano con un mohín, Beomgyu sonreía gustoso, Taehyun quería carcajear por el rostro de Park y Hueningkai hacía burbujas en el agua con sus labios viendo la escena.

—Bueno... por esta vez lo dejaré pasar, pero solo por usted, profesor. A la próxima espero verlos a todos con el reglamento aplicado.

"Si es que logras seguir con tu cargo hasta entonces", Beomgyu pensó con una sonrisa de lado. Se removió los cabellos hacía atrás. Park no tenía ni idea de que él era la mente maestra detrás de todo. Y aquello le hacía sentirse rgulloso.

—Gracias señor Park. Es usted muy amable.

Los alumnos que estaban presenciando todo, continuaron con sus asuntos, riendo y jugando otra vez, así como cuando la pareja vio que Park se iba con las manos juntas señal de que rezaba, siguieron jugando hasta que no podían soportar la enorme tensión de no poder besarse o tocarse como era debido.

Necesitaban de contacto. Algo que solo uno podía darle al otro.

En uno de esos jugueteos, acorraló a Soobin en el concreto del borde la piscina, chocando su cuerpo contra el suyo y decidiendo susurrarle algo.

—Necesito besarte, Soobinnie. No lo soporto.—su aliento chocó contra su cuello, tensándolo. Sus piernas por inercia temblaron.

Abrió los labios, con las mejillas carmín.