LXX

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Un sonido de ahogo fue oído.

—Mgh, mgh, mgh, mgh. —Yeonjun lo penetraba rápido y certero. Ambos ya apresurados para tocar el segundo clímax.

Soobin lo único que podía hacer era apretar los cabellos de su novio y bajar la voz en sus jadeos desesperados; sus piernas enrollando el torso de su mayor y arquear la espalda cada que sentía el miembro en su interior tocar su punto dulce.

—Pregunte que, ¿q-quién es?

Negó con la cabeza al escuchar al jefe de su grupo. Por su barbilla se veía goteando el exceso de saliva de ambos por el beso extenso y caluroso.

Sus ojos rodaron al sentir de nuevo su pene embestir su próstata. Gimió ahogado en su boca de nuevo.

—V-Voy a... co... we... r... me, Ye... on... jun—sus piernas temblaban, su espalda estaba completamente arqueada.

Beomgyu o Taehyun no hablaron más.

Separó sus labios con un gran rastro de saliva en la boca, Soobin por fin pudiendo respirar correctamente al igual que Yeonjun.

—¡A-Ah, m-mierda, Yeonjun! —tomó su cabeza para llevarla a la unión de su cuello. Giró los ojos y sus labios se abrieron, su rostro delatando totalmente el orgasmo que obtuvo gracias a su hyung.

—S-Soobin, oh. —su respiración era agitada.

No sabía si preocuparse porque su novio acababa de gritar su nombre gimiendo justo cuando Taehyun y Beomgyu literalmente estaban a su lado, o estar excitado por el hecho de que Soobin lo estaba apretando fuertemente.

—Maldita sea, me había olvidado de ustedes, ¿no pueden aguan...? ¡T-Taehyun!

Uh.

Rápidamente Yeonjun lo bajó.

—¿Estás bien, mi amor?—tomó su rostro entre sus manos para verlo mejor. Soobin asintiendo con la cabeza, frenético.

—Estoy muy... muy bien, hyung.—habló agotado, para después besar sus labios. Le sonrió y en aquel momento también le devolvió el beso.

—Me alegro. —acarició su cintura. —Ahora, a ducharnos, ¿sí? Tenemos que ir ya.

Asintió otra vez, para que de inmediato se quitara por completo el traje que aún llevaba puesto. Quitando los tirantes de su prenda levemente empapada de agua de piscina. Su piel quedando expuesta.

Clavículas marcadas y manchadas de hematomas rojas y moradas. Suyo.

Hermosos pezones rojos e hinchados. Bajó más, hasta su torso y luego a su cintura.

Estrecha y esbelta.

Y Yeonjun lo veía atento.

Como si estuviera hipnotizado.

—¿Y-Yeonjun?

Se sentía nervioso, viéndolo de esa forma. Intimidándolo.

Taehyun y Beomgyu terminaron aquella ronda y de inmediato se fueron del lugar. A diferencia de Yeonjun y Soobin a ellos sí les importaba el ambiente y el hecho de que otras personas estuvieran al lado tuyo oyendo como tienes sexo con tu pareja.

La pareja de maestro y estudiante ni siquiera tomaron importancia al otro par.

Su mano tomó un buen mechón de su cabello, suavemente. Sus dedos se movían rápido, pulgar e índice estirando la punta de la tetilla y moviéndola en círculos, todo mientras que de nuevo con el azabache en cuatro, iniciara el penetrarlo.

—Recuerda, Soobin. Un sólo gemido y lo saco.—amenazó con voz suave.

Asintió fugaz, una mano suya en su boca reteniendo los gemidos que soltaba al sentir toda esa estimulación. Su cuerpo recostado en el piso de la ducha, las corrientes eléctricas que le brindaba ese estímulo arqueando su espalda.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora